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El Grupo de Desarrollo Urbano, GDU, un referente regional

En seis meses el Grupo de Desarrollo Urbano, GDU, se ha ido  convirtiendo en un referente único de la política urbana de Valledupar y su desarrollo físico, espacial y ambiental, e impactado en lo metropolitano y departamental, desde que a fines de septiembre el arquitecto Efraín “el Mono” Quintero Molina invitó a una tertulia de amigos, inquieto por la evolución de los hitos, mitos y errores vistos en el paisaje de la ciudad, que dijeron que estaban pensando en lo mismo,  bajo la ranchería de madera de palo de brasil en el patio de Casa Rosalía en plena Calle Grande.

En ella nace el Grupo de Desarrollo Urbano de Valledupar, GDU, conformado por los arquitectos María Amaya Saade, Jaime Palmera Pineda, Carlos García Aragón, Santander Beleño Pérez, Efraín Quintero Molina, Alberto Gutiérrez Pineda y Carlos José Vidal Luque,  todos con conocimiento teórico y práctico, experiencia pública, académica y profesional con diversos y complementarios  enfoques a quienes unió un gran amor por su tierra y su entorno regional; su propósito fue generar ideas, estudios, socialización y visibilización regional de los aspectos urbanos, de cara a la opinión pública, la academia, la empresa, el gremio de profesionales relacionados y los agentes de la política, en especial los mandatarios municipales y departamental.

Con el fin básico de colaborar, de aportar, de recomendar a los  municipios del Área Metropolitana, en particular, y a la Gobernación del Cesar, de manera que con una colaboración profesional se pongan en marcha iniciativas y  proyectos de acuerdo,  los planes de ordenamiento territorial de los niveles municipal, metropolitano y departamental.

A través de sus columnas mensuales en  El PILON, el GDU aborda la actualidad del acontecer urbanístico de la ciudad, promueve la discusión  general y se detiene en las inversiones del orden departamental y municipal, donde la sociedad civil debe vigilar que respondan a las soluciones que realmente se necesiten y no desviarse a obras conceptualmente erradas que desperdician escasos recursos.

Ha expuesto interesantes trabajos sobre el río y su integración al centro histórico, sobre ejes ambientales en el norte, sobre los proyectos de plazas y de la Casa en el Aire, ha hecho aportes sobre el centro histórico, sobre ejes viales y sobre los espacios públicos y la conceptualización de la planeación espacial municipal y del entorno de conexión regional.

El GDU ha participado en reuniones y en la  iniciativa ciudadana para retomar el proyecto de la nueva vía Valledupar- la Paz.

Actualmente el GDU elabora el diseño urbano del Cementerio Central y su área adyacente, respetando los lineamientos del PEMP y en armonía con las intervenciones del SIVA;  una donación para Valledupar en sus 450 años. La recopilación de archivos históricos digitales de su  crecimiento  será otro aporte.

En fin, la estética y la ética de respeto al paisaje, al entorno natural, a la funcionalidad, proporcionalidad y pertinencia de las obras públicas y privadas, hallan en el GDU una iniciativa que estaba haciendo falta.

Categories: Editorial
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