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El gobernador Francisco Ovalle Angarita

Se llama así, pero le decimos Franco, “todo mundo” en el Cesar.
En el pasado he tenido el gusto de aludir a él en esta columna; y ahora lo hago nuevamente como tal y como a ex-gobernador, pues parece que es el trato que está recibiendo, anticipadamente, en la etapa reconocida como de “empalme “ ; esperamos que en circunstancias adecuadas, ora como funcionario que continúa en la plenitud de sus facultades! jurídicas, ora como persona que gozará del cariño y respeto de sus conciudadanos como justa retribución a su trato amistoso y respetuoso hacia todos ellos, sin distingo alguno; lejos de cualquiera otro impropio de su excelente condición humana.

Los cesarenses tenemos la justa aspiración que tan grata conducta benéfica para la comunidad se mantenga, debiendo ser ese el norte y el propósito de todos los mandatarios cesarenses, a todos los niveles, de quienes queremos sentirnos bien gobernados, y que sus políticas están enderezadas, en cuanto a este particular, ha estimular una buena educación cívica y una cualificada formación ciudadana, en el comportamiento social – – – que tanto deja que desear en la actualidad—.
La vida del hombre es insuficiente y regresiva si no está acompañada de una alta realidad cultural. En una palabra, la meta no es la de ser solamente grandes empresarios y estupendos obreros calificados, sino además personas dotadas de una magnífica formación humana integral, sin la cual no es posible tener una pacífica coexistencia.

Está muy bien la recreación y el turismo y el folclor, atendidos muy bien por la administración departamental, pero el deseo del espíritu humano quiere y necesita más que eso. Por tanto, no podemos acostumbrar a nuestra población a consumir solo esto. Tenemos que estar preparados intelectualmente para reponernos de cualquier emergencia colectiva y poder reconstruirnos llegado el caso. Cuando los países Europeos quedaron devastados a raíz de las dos guerras mundiales, rápidamente pudieron rehacerse, porque su juventud contaba con los recursos científicos para sobreponerse, y lo lograron en cuestión de pocos años, algo así como los 10 años que tiene la Represa del Río Ranchería sin funcionamiento, deteriorándose..

Considero que el actual gobierno departamental ha apostado por los propósitos culturales, y de continuar así los sucesivos gobiernos, dentro de algunas décadas tendríamos un César desarrollado económica y culturalmente.

Por el momento, nuestra fortaleza económica está en el campo–la riqueza del carbón va de paso–, nuestro gobernador deja proyectos y realizaciones al respecto interesantes para un masivo desarrollo agropecuario, información que se puede obtener en las respectivas áreas de la administración, particularmente en la Secretaría de Agricultura, cuyo titular Carlos Eduardo Campo Cuello no ha ahorrado esfuerzos para adelantarlos. Muchísimas gracias a ambos por su desvelo en el buen gobierno.

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Rodrigo_Lopez_Barros.: