La política es dinámica, es cambiante, lo que ayer era una verdad incontrovertible, hoy puede que no lo sea, y Venezuela no escapa a esa realidad, bastaría con mirar los hechos de manera retrospectiva para comprobarlo.
Veamos: i) Por iniciativa de Donald Trump, y con el firme propósito de propiciar la transición hacia la democracia, se nombró a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, con el respaldo de muchas naciones, entre ellas Colombia, que creyeron a ciegas en el experimento. ii) El presidente Maduro, ni corto ni perezoso, hace alianza con Putin, quien ofreció todo su respaldo al régimen. iii) Joe Biden gana la presidencia de los EE.UU. y entra descalificando la gestión de su antecesor, reversando muchas de sus iniciativas, no solo en el campo migratorio, en el manejo de la pandemia, en el contexto internacional, sino también, en las políticas contra el calentamiento global. iv) Rusia le declara la guerra a Ucrania.
Biden apoya a los ucranianos, al punto que aprueba un paquete de medidas sancionatorias contra el invasor, entre ellas, la prohibición de comprarle petróleo a Rusia y, así las cosas, depende de Venezuela, para suplir la demanda nacional.
Ahora bien, surgen los siguientes interrogantes: Si Biden logra acuerdos comerciales con Venezuela, ¿no estaría de alguna manera legitimando el gobierno dictatorial de Maduro, y de paso desconociendo a Guaidó, como Presidente interino de Venezuela? Otra: ¿Cuál será la respuesta de Putin, frente a la posible alianza comercial de Venezuela con su nuevo mejor amigo? Y esta última: ¿Qué futuro le depara a Juan Guaidó?
Lo que puede resultar claro de las movidas en este ajedrez político, es que los EE. UU. defiende a toda costa sus intereses económicos, y en este caso para desgracia de todos los que amamos la libertad: Petróleo mata democracia. Lo que le espera al ‘Bravo Pueblo’, no es nada fácil, y así como van las cosas, lejos está el día en que renazca la democracia, en que haya unas verdaderas elecciones libres, en que se logre una real y efectiva tridivisión e independencia de las ramas del poder público, en que se logre la estabilidad económica.
En el entretanto el sátrapa seguirá en el poder, y continuará el éxodo de venezolanos, en busca de un mejor futuro para sus familias lejos de su patria ¡Que horror!
La frase de cierre: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad” Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar.
Por Darío Arregocés Baute
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