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El futuro del TLC

Por: Basilio Padilla

El Tratado de libre comercio entre Colombia y los E.U., también llamado CTPA (Colombia Trade Promotion Agreement), fue firmado el 6 de Noviembre del 2006. El congreso colombiano aprobó el tratado y su protocolo de enmienda en el 2007 y la Corte Constitucional lo reviso en Julio del 2008, concluyendo que se conformaba a la Constitución de Colombia.
No teniendo las mayorías en el congreso americano para su aprobación, el presidente Obama le encargó al secretario de comercio, el trabajo de encontrar soluciones a los problemas existentes rodeando al TLC. Fue más bien una salida política para resolver la gran oposición que algunos grupos presentan hacia este tratado, especialmente los poderosos sindicatos de USA y algunos sectores activistas del partido demócrata. Uno de estos problemas, como el presidente mismo lo ha declarado, es el tratamiento del gobierno hacia los líderes sindicales colombianos, alegando que en muchos casos se les había asesinado.
Colombia es uno de los socios más importantes en el  comercio con los E.U., de tal manera que en  año 2005, 39% de nuestras exportaciones fueron hacia ese país y al mismo tiempo 29% de las importaciones americanas llegaron a nuestras costas. Estas importaciones fueron seguidas por Venezuela, antes de los problemas entre nuestros países, así como también México, Ecuador, Brasil y Alemania. Estos parámetros tienden a cambiar con los tratados firmados entre Colombia y la China.
El proceso en los E.U. se podría resumir en la siguiente forma: el ex presidente Bush envió el acto para su aprobación por el congreso americano en abril del 2007, pero no fue aprobado en la sesión del congreso de Diciembre del 2008, ni tampoco al fin del término de su presidencia en Enero del 2009. Subsecuentemente, ha sido archivado por la administración Obama supuestamente hasta que se resuelvan los problemas de seguridad sindical en Colombia. Sufrió otro revés psicológico, cuando en la campaña presidencial de la entonces candidata Hillary Clinton se encontró que uno de sus asesores estaba trabajando  para el lobby de Colombia y creando un mejor ambiente para su aprobación, sin el conocimiento de la candidata que se opone vehemente a su aprobación.
Mientras tanto han seguido gestos por ambas partes y algunos congresistas demócratas, especialmente los de origen latino han hecho público su apoyo, alegando que Colombia es el mejor amigo de los E.U. en la región.
El presidente Obama ha expresado más recientemente que no quiere traerlo al congreso en estos momentos porque él tiene otros temas más urgentes como fueron los de reforma a la salud, inmigración, las guerras de Iraq y Afganistán y los problemas internos de la recuperación económica. Tendremos que esperar a que estos temas se despejen y posiblemente una nueva administración en Colombia.

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