Este año EL PILÓN ha sido un medio de comunicación insistente con los problemas ambientales y el futuro del río Guatapurí, el afluente que nutre el acueducto que ofrece agua potable a los más de quinientos mil habitantes de Valledupar, y también ha puesto su mirada en el complejo cenagoso de la Zapatosa, del que derivan su sustento municipios del Cesar y Magdalena.
Por ser el río y la ciénaga de interés vital para un gran número de cesarenses, celebramos que se haya dado el primer paso para la elaboración de los planes de manejo y ordenamiento de las cuencas (los conocidos POMCA). El hecho de que la Corporación Autónoma Regional del Cesar haya conseguido por fin la declaratoria de dichas cuencas es el inicio de un largo, pero importante trabajo. No en vano, el tiempo estipulado entre este primer logro y la terminación de los POMCA será de 27 meses.
El Guatapurí ya no aguanta más abusos de parte de las comunidades que lo utilizan en sus 85 kilómetros de recorrido desde que nace en la Sierra Nevada de Santa Marta y desemboca en el río Cesar para llegar hasta la ciénaga de la Zapatosa. La regulación del uso de sus aguas es un asunto necesario, casi que urgente, porque por años agricultores, ganaderos y comunidad en general han utilizado su cauce de manera arbitraria, sin tener en cuenta el grave daño que le causan.
En este caso lo fundamental es que la autoridad ambiental (Corpocesar) haga todo el proceso de ordenación de la cuenca de manera responsable, eficiente y eficaz, para que no haya más adelante malos entendidos. Las consultas previas que deben hacerse con las comunidades indígenas que están en su territorio, deben asegurarse jurídicamente desde ya para que no existan diferencias entre las partes, teniendo en cuenta que en la actualidad hay varios proyectos detenidos por el tema de las consultas previas.
La ordenación de las cuencas –Guatapurí y Zapatosa- afortunadamente contará con el apoyo del Fondo de Adaptación y el Ministerio de Ambiente, entidades nacionales con las que Corpocesar firmó un convenio de más de cinco mil millones de pesos. Al final se deben ver los resultados: racionalizar el agua que usan en las actividades agrícolas que realizan alrededor de la cuenca del río, como son el arroz, la ganadería, la pesca y la palma africana.
Nuestra campaña ‘Todos por el Guatapurí’ toma mucha vigencia ahora. Ese debe ser la premisa de las entidades, los ambientalistas y la comunidad en general, que se sirven del agua de este afluente.