En una entrevista concedida al diario EL TIEMPO la viceministra de Defensa para la Estrategia y Planeación, Diana Quintero Cuello, habló de las estrategias a futuro de las Fuerzas Armadas de Colombia.
Quintero Cuello, oriunda de Valledupar indicó algunos avances tratados en el foro ‘Transformación y futuro de la Fuerza Pública: el modelo colombiano y la experiencia internacional’, que se realizó en Bogotá, en la que participaron 400 personas entre civiles y uniformados.
¿Cuál es el objetivo de este estudio?
Diana Quintero Cuello: Consolidar los objetivos de seguridad y los éxitos. Cuando el ministro Juan Carlos Pinzón llegó a la cartera, comenzó unos comités de renovación, que fueron el primer paso del plan de transformación, que de un lado tiene el fortalecimiento de nuestras Fuerzas para que puedan atender los retos actuales.
De allí surgieron el plan de guerra Espada de Honor y el plan Corazón Verde. Cuando uno piensa en el futuro, nunca puede pensar en un salto ¿dónde van a estar las Fuerzas Armadas en el 2040? La verdad, no lo sabemos.
Podemos hacer muchos escenarios, modelos matemáticos y econométricos, pero la bola de cristal no la tenemos; entonces, lo que estamos pensando es en una visión a largo plazo.
¿Cuáles escenarios han aparecido en este estudio?
DQC: La gran pregunta es ¿cuáles son las amenazas y retos que van a existir en seguridad y defensa? Lo que uno ve son las tendencias que van a seguir en el futuro, pero uno de los roles clarísimos que tiene hoy la Fuerza Pública y va a seguir teniendo es la protección de la biodiversidad y de las fuentes hídricas.
Así mismo, la lucha contra cualquier clase de criminalidad: hoy hablamos de Farc, Eln, bandas criminales, narcotráfico, cultivos ilícitos, extorsión y minería ilegal. En el futuro, la criminalidad no necesariamente desaparecerá, sino que se transformará; esas amenazas continuarán.
Lo que queremos hacer con este plan de transformación es potenciar nuestras grandes fortalezas en guerra irregular, en el apoyo al desarrollo del país a través de nuestros ingenieros militares, en cooperación internacional, en todos los temas asociados en atención de riesgos y desastres.
¿Qué reto o amenaza podría aparecer en el futuro?
DQC: Hay un tema que quizás uno en Colombia todavía no lo ve tan cerca, pero que cuando se mira la experiencia internacional y la tendencia es un tema álgido.
Es el ciberespacio: es parte de lo que se llama la guerra irregular; simplemente con un computador y un equipo de hackers infiltran las redes, por ejemplo, bancarias y financieras de un país, y pueden hacer un daño inmenso.
Tenemos que fortalecernos mucho frente al riesgo ciberespacial. Esto no es necesariamente siempre contra el Gobierno; a veces, estos ataques ponen en riesgo el sistema financiero, el sistema pensional.
La Policía y el Comando General de las FF.MM tienen unas capacidades importantes, pero hay temas que debemos fortalecer, y es parte de lo que estamos mirando.
¿La custodia de las fronteras es parte de los roles en los que se pueden concentrar las FF. MM. en el futuro?
DQC: Hoy, una de las misiones principales de las fuerzas es la protección, el respeto y la defensa de la soberanía de nuestro territorio, tal como lo establece la Constitución.
Parte del fortalecimiento incluye algunas mejoras en protección de nuestras fronteras. Ese tema pasa también por el desarrollo del país: que llegue el Estado con carreteras, con escuelas, con justicia.
El plan del Ministerio de Defensa es dejar en cero los cultivos ilícitos. ¿En esta proyección, el narcotráfico desaparecerá en 30 años?
DQC: Creo que si uno sigue al ritmo que va, los cultivos ilícitos empezarán a decaer, pero no podría decir que van a desaparecer.
De lo que sí estoy convencida es que si uno afloja en la lucha contra el narcotráfico, si bajamos la guardia, Colombia volverá a tener mayores niveles de narcotráfico.
¿En ese futuro proyecto aparece el posconflicto, ante la posibilidad de que se firme la paz con las Farc?
DQC: Claro. Nosotros estamos mirando hacia dónde va la Fuerza Pública y analizando qué pasa en este país si llegamos a un final de conflicto con las Farc, en particular.
Ahí tendríamos que mirar el aumento de criminalidad regional. Seguramente podríamos pensar que vamos a tener que proteger más las carreteras y las fuentes hídricas y energéticas en general.
Pero quiero ser enfática en que este proceso de transformación no es porque va o no a haber paz, ni empezó con el anuncio de los diálogos, sino desde mucho antes.
¿Aparte del aumento de la criminalidad, hay otros escenarios? ¿El fin del terrorismo, por ejemplo?
DQC: Solo puedo decir, porque no soy la persona autorizada, que en Colombia, por ejemplo, el 95 por ciento del territorio no tiene ninguna afectación directa de las Farc.
En el futuro inmediato se proyecta un aumento en el pie de fuerza. ¿Esa tendencia cambiará en 30 años?
DQC: En el corto plazo, en los próximos 5 o 10 años, no estamos viendo un decrecimiento de la Fuerza Pública; lo contrario, precisamente porque cuando se habla de posconflicto, quienes van a garantizar que ese posconflicto permanezca, que la paz se dé, son las Fuerzas Militares y la Policía, que además garantizarán que una carretera o el concesionario privado llegue a un pueblo o que el narcotráfico no continúe.
EL TIEMPO