Parece haber consenso en que se requiere diversificar la economía regional (fortaleciendo, por ejemplo, turismo y cultura), internacionalizarla haciendo de la región una zona exportadora (por eso es clave la exportación de la carne, si existiera la rica Venezuela fuera otro el cantar), que el carbón térmico le quedan pocas décadas y que la generación de energía renovable en tierra cesarense no parece tener encadenamientos con el resto de los sectores y la generación de empleo, que es necesario mejorar los niveles de productividad de la producción agropecuaria, que es fundamental la investigación y desarrollo técnico, que el nivel de industrialización del departamento es bajo, que somos mediterráneos pero si contamos con buenas tierras se hace imperioso contar con vías a puertos (por lo que es una pronta buena noticia la reactivación de la Ruta del Sol III), pero que esas tierras requieren ser irrigadas y agua hay mucha pero está escasa para la agricultura por poca protección de las cuencas y el aumento de la temperatura por el cambio climático, que hay que promover inversiones en el territorio del departamento y de sus municipios (como un ProValledupar de manejo privado), que el sector privado empresarial y gremial debe ejercer su liderazgo (para eso el comité Intergremial), que el trío empresa- universidad- gobierno es transformador, que hay atisbos de recuperación en la economía regional, que sufrió el coletazo desde 2015 de la crisis del país, derivado de la caída de precios de los bienes primarios mineros y petroleros, que no estamos bien en los niveles de competitividad departamentales pero que tenemos unos buenos pilares en salud y educación (grandes coberturas pero mala calidad), que la educación superior es clave pero no cubre a buena parte de la población, que a diferencia de la media nacional el Cesar es más joven y desempleado, que los registros de Fenalco y Comfacesar coinciden en la abundancia del micro comerciante pero celebramos otra gran superficie, el Makro que ha abierto esta semana sus ventas, que se debe promover la asociatividad pero se demostró que sí hay unos proyectos asociativos, cooperativos y colaborativos en la industria láctea y cementera, que hay que trabajar y trabajar.
Que los grandes productores mineros se están metiendo en el barro en el desarrollo de proyectos productivos de la población y que no son responsables de que los municipios usen mal las regalías.
Que hay una visión catastrófica de la economía y el desarrollo regional pero que no es producto del ejercicio de los empresarios sino que se endilga a los políticos y a los gobernantes, en principio porque no hacen apropiada planificación de largo plazo y no ‘construyen sobre los construido’, pero que también hay una visión positiva con ejemplos elocuentes y que si el particular se queda esperando al oficial ni su negocio ni la ciudad avanzan.
Son afirmaciones de consenso del excelente foro de economía regional de ayer, del que seguiremos hablando en los próximos días.