Hoy quiero iniciar mi columna con un pequeño párrafo de otra columna publicada el 24 de abril del 2016, justo antes de la elección de Fiscal General. “Néstor Humberto, pese a sus vastos conocimientos jurídicos, es el fiscal que no necesita Colombia, está del lado de los poderosos, con muchas mañas y un sinnúmero de impedimentos”. Estas líneas abrevian lo que se veía venir con la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez, máxime ahora, cuando se ha descubierto una horrorosa tramoya relacionada con el caso Odebrecht, que lo tiene contra las cuerdas por las revelaciones del exauditor del Grupo Aval, Jorge Enrique Pizano, quien murió en extrañas circunstancias, al igual que su hijo, en una trama de misterio que parece de la serie de Netflix, House of Cards. Al escuchar los audios de Pizano, se puede establecer con facilidad y sin ninguna duda que el Fiscal conocía los delitos que se estaban cometiendo en los diferentes contratos que tenía el grupo de Luis Carlos Sarmiento y trató de ocultarlos para defender a su entonces cliente; por más que nos crea tontos, en todas las explicaciones que ha dado, no hay sustento para confiar en su teoría, es innegable que el caso Odebrecht no ha dado los resultados esperados en la Fiscalía, aunque el Fiscal insista en que en su administración se han descubierto contratos por más dinero de lo que se habló inicialmente; muchos están pidiendo su renuncia por los negocios que manejaba anteriormente y porque adolece de sustento moral para actuar en este caso y es lo que debe hacer, lo haría un funcionario sensato y honesto, pero es inocuo, no lo hará porque en este país nadie renuncia, recordemos el caso de Jorge Pretelt, metido hasta el cuello en temas de corrupción en la Corte por sobornos. Además, el Fiscal ha cazado demasiadas peleas que lo volverían presa fácil de sus enemigos, Carlos Mattos o Armando Benedetti por ejemplo.
A la larga no sabemos que es peor, que se quede Néstor Humberto Martínez o que el Presidente Duque elija una terna del Uribismo que rompería todos los pesos y contra pesos, en fin, estamos metidos en este limbo por culpa de Juan Manuel Santos que se obsesionó con escoger a dedo para este cargo, a su exministro y beneficiar sus intereses, así que nos tendremos que conformar con una fiscalía llena de impedimentos y cuestionamientos, con un Fiscal envuelto en un escándalo por semana y con una débil institucionalidad de un país carcomido por la corrupción. Es urgente que nombren el Fiscal Ad Hoc para el caso Odebrecht como solicitó el procurador Fernando Carrillo, debe ser alguien imparcial e idóneo, con capacidad investigativa, que ofrezca resultados a la opinión porque que en la Fiscalía actualmente huele muy feo y puede ponerse peor, que pueda esclarecer algo tan importante como es el papel que jugaron Luis Carlos Sarmiento Angulo, el hombre más rico de Colombia y su hijo, en todo este escándalo de corrupción que en otros países de Latinoamérica ha tumbado hasta presidentes y en Colombia, para variar, sigue sin pasar nada.
@JACOBOSOLANOC
Jacobo Solano C*