Quiero dedicar este abordaje sinóptico a los estudiantes de filosofía de Valledupar. El autor utiliza un lenguaje particular, que es necesario aprender para comprender su pensamiento.
Se trata del alemán Friedrich Hegel. En las culturas antiguas, mitológicas y religiosas, los números, además de cumplir su función natural, adquirieron significados simbólicos. Aquí me circunscribo a dos: el Uno, símbolo de unidad y principio, y el Tres, representado por el tridente, emblema de poder y arma de guerra de ciertos dioses. Asimismo, el triángulo, además de ser una figura geométrica, ha simbolizado la perfección, y en nuestra tradición cristiana, la Trinidad. Cabe recordar que Hegel estudió teología luterana, lo cual influyó en su pensamiento.
Hegel desarrolló su filosofía empleando este simbolismo de la tríada, que organiza la totalidad de su sistema. Su concepto del Uno, el Primero, es la Idea, algo similar a Dios. Para Hegel, la Idea es el sujeto del mundo, la sabiduría, que al moverse dialécticamente produce la verdad filosófica al identificarse con ella.
Su sistema filosófico está expuesto en su obra ‘Enciclopedia de las ciencias filosóficas’ y se articula en tres grandes áreas: la Lógica, la Filosofía de la Naturaleza y la Filosofía del Espíritu.
La Lógica comprende la dialéctica en su triple relación. Su primer estadio es la Idea considerada abstractamente; el segundo, la Idea para sí misma; y el tercero, la Idea que se piensa a sí misma, constituyendo entre los tres el conocimiento absoluto. Esta dialéctica puede imaginarse como una crisálida o el capullo de una rosa.
Posteriormente, Hegel aborda la Lógica del Ser, su esencia y realidad, y la Lógica del conocimiento, que incluye la percepción, el entendimiento y la razón.
La Filosofía de la Naturaleza se despliega a través de la Mecánica, que estudia el movimiento y la materia; la Física, que analiza las fuerzas naturales y la energía; y la Biología, que examina la vida y los seres vivos.
La Filosofía del Espíritu se desarrolla en la Antropología, que estudia al ser humano y su naturaleza; la Fenomenología, que aborda la conciencia y la experiencia; y la Filosofía de la Historia, que comprende el desarrollo humano y su devenir histórico.
En su obra magna, ‘Fenomenología del Espíritu’, Hegel expone tres dimensiones del Espíritu: el Espíritu Subjetivo, que incluye la Antropología, la Fenomenología y la Psicología; el Espíritu Objetivo, que abarca la Filosofía del Derecho; y el Espíritu Absoluto, que se manifiesta en el Arte, la Religión y la Filosofía.
Para Hegel, el Espíritu es sinónimo de Idea, que se define en las respectivas ciencias. Los Espíritus Subjetivo y Objetivo son finitos, mientras que el Espíritu Absoluto encuentra su máxima expresión en el Arte, la Religión y la Filosofía.
Por: Rodrigo López Barros.