X

El Festival Vallenato debe cambiar

Desde hace varios años he venido proponiendo que el formato de eliminación y escogencia en los concursos del Festival Vallenato debe sufrir un cambio antes de que se le desborone en las manos a los organizadores.

Inclusive, hay que depurar al jurado que cada año selecciona a los competidores y subir como jurados a compositores, acordeoneros, cajeros, guacharaqueros, gente que sepa de música vallenata, no a César Gaviria ni mucho menos a Juan Manuel Santos y tampoco a Carlos Murgas Guerrero, porque ellos sabrán de mermelada, componendas políticas, empresas y de cultivos.

Tampoco deben ser jurados “El Turco” y Darío Pavajeau Molina ni el Juez Franklin Martínez Solano ni mucho menos el locutor Javier Fernández Maestre, no. Ellos están en otros menesteres.

El jurado para escoger a un acordeonero debería saber tocar acordeón como Wilber Mendoza o Álvaro López y el compositor debería ser compositor como Norberto y Rosendo Romero o Rafael Manjarrez.

Es que cualquier ser humanos, hombre o mujer, si puede ser jurado de un concurso de belleza, porque eso es sencillo y fácil de discernir. Les cuento que yo fui jurado del primer Reinado de Belleza en el corregimiento de Papayal (La Guajira) y esa vez ganó la mujer más bonita.

Es que cada año los organizadores del Festival Vallenato seleccionan a algunos jurados que saben más de un viaje a la luna que de música. Entonces, hay que terminar ya, pero ya es ya, por parte de los organizadores, el absurdo pensamiento de que folclor y la mermelada de los políticos y gobernantes de turno son compatibles.

Porque en Valledupar se afirma que los organizadores se han beneficiado política y económicamente del Festival. Inclusive el ex Decano de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional, Evelio Daza Daza, sostiene que el Festival Vallenato es un “negoción” de quienes lo organizan y por tal razón “acomodan” a sus políticos de Bogotá para luego cobrarles los favores con cargos públicos en embajadas, consulados, institutos y ministerios.

Que interesante sería que los conjuntos se suban a la tarima sin saber qué canción van a interpretar y que al azar el jurado escogiera el Paseo, el Merengue, la Puya o el Son. De seguro que ese conjunto debería estar bien preparado y debería tener la condición de músicos para lograr la melodía vallenata.

Pero no. No es así. Hay testimonios que varios reyes vallenatos se han ganado el concurso solo sabiendo tocar un paseo, un merengue, una puya y un son o de no pregúntele al “Chiche” Martínez, a Hugo Carlos Granados o al locutor Isaac León Durán.

Inclusive, han sucedido errores garrafales como el cometido por el jurado integrado por Luciano Dangond, Enrique Cabas, Alberto Herazo, Jaime Olivella y Fausto Cotes en el año 1981 que declaró desierto el primer puesto y relegó a un segundo puesto la canción “Nació mi poesía” de Fernando Dangond Castro. Nueve años después, en el 2000, dizque se dieron cuenta del error y la exaltaron como ganadora de ese certamen.

Afirmando “Lamentamos la actuación del Jurado del Concurso de la Canción Vallenata Inédita del año 1981”.

Hasta la próxima semana.

Aquilino_Cotes_Zuleta: