La eterna discusión sobre si es mejor un festival organizado por la empresa privada o particulares, léase organización sin ánimo de lucro o un festival organizado y dirigido por el Estado o Gobierno Local.
También se ha hablado de un festival vallenato “Democratizado” que no es otra cosa que meterle más pueblo a la organización, es decir que no sea una familia o un grupo reducido de amigos quienes tengan ese monopolio.
Como yo me la paso proponiendo cosas, con el penoso rifirrafe que vivimos en el pasado Festival de la Leyenda Vallenata entre el Alcalde de Valledupar y el Gobernador del Cesar, me surgió la idea de proponer que el Festival Vallenato sea asumido por el Gobierno Departamental, pero no como política de gobierno, sino como política pública o política de Estado.
Y una política Pública no es otra cosa que “Las respuestas que el Estado puede dar a las demandas de la sociedad, en forma de normas, instituciones, prestaciones, bienes públicos o servicios. En este sentido, está ligado directamente a la actividad del Estado en tanto ejecutor, es decir, aludiendo a la Administración del Estado, centralizada o descentralizada. Involucra una toma de decisiones y previamente un proceso de análisis y de valorización de dichas necesidades.”
Tanto en una organización privada como estatal se tienen pros y contras; la principal crítica que se le hace a las organizaciones privadas es la del manejo de los recursos económicos, así como las determinaciones sobre concursos y artistas invitados que allí recaen en personas que no tienen ninguna responsabilidad pública y los controles son escasos.
Cuando es el Estado por intermedio de sus gobernantes de turno quien organiza este tipo de eventos las criticas principales giran también en el sentido de actos de corrupción en el manejo de los recursos, pero allí se tienen mayores controles de organismos estatales (Contraloría, Procuraduría, etc.)
Un Festival como Política pública institucionalizada, consiste en unas reglas claras de cómo se debe hacer ese evento, las cuales deben llevarse a norma (Ordenanza Departamental o Acuerdo Municipal).
Mi propuesta consiste en que el Festival debe ser una política pública Departamental y lo debe organizar la Secretaría de Educación y Cultura.
Yo sé que en Valledupar son muchos los que quieren hacer ellos el Festival y que simplemente el monopolio cambie de manos, a mi juicio puede ser peor el remedio que la enfermedad, porque es tirar por la borda la experticia y los logros de quienes hasta ahora lo han llevado a donde está; por eso es que propongo que el Festival lo asuma la Gobernación como en los tiempos del primer Gobernador Alfonso López Michelsen.