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El fantasma del reclutamiento de menores

Hace pocos días un menor de edad fue noticia en los diferentes medios locales, regionales e incluso nacionales; porque se desmovilizó de un frente guerrillero de las Farc que hace presencia en el Cesar. En los últimos meses han sido varios los desmovilizados en este departamento y el hecho no había despertado tanto revuelo, como el caso del niño.

Es precisamente ese el motivo de la difusión. Que era un menor. Tal vez la sociedad había olvidado que existen todavía jóvenes en las filas de los grupos armados ilegales y en las bandas criminales que surgieron luego de la desmovilización de las Autodefensas.

El fantasma del reclutamiento de menores vuelve a salir, cuando las entidades territoriales e instituciones nacionales hacen la celebración del Día Nacional de Prevención de Reclutamiento a Menores y visibilizan el tema, en cumplimiento de sus deberes.

¿Pero conoce el Cesar cuántos niños hacen parte de esos grupos, unos reclutados con engaños, otros porque no tienen otra opción y algunos bajo amenazas? La Unidad de Víctimas en el departamento ha recibido denuncias de más cien casos por este delito y aún quedan más sin denunciar, mientras otros niños siguen en los grupos.

El joven que se desmovilizó en febrero pasado es la muestra de que este flagelo sigue vigente. Se fue a la guerrilla cuando tenía 12 años y pasó cinco en el grupo. EL PILON llama la atención sobre este tema, especialmente a las entidades que deben velar para que esto no pase y a los alcaldes de municipios con mayor riesgo de que se dé el reclutamiento de menores.

La Agencia Colombiana para la Reintegración cumple una función más de atención, pero le corresponde al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, a la Policía y Ejército Nacional, desplegar campañas más frecuentes que generen conciencia en las familias y en los menores sobre este riesgo.

En Valledupar son pocos los casos. A corte de junio de 2013, iban diez casos denunciados ante la Unidad de Víctimas, donde reciben la atención que establece la Ley 1448 de 2011 o Ley de Víctimas, pero en los municipios con mayor incidencia de grupos armados ilegales la situación es diferente. El fantasma del reclutamiento está vivo. No en vano la Gobernación del Cesar hace campañas para prevenir el reclutamiento en los municipios de Codazzi, Pueblo Bello, Becerril, Chiriguaná, Curumaní y Aguachica.

El tema del reclutamiento de menores debe ser mirado como un problema social. Un niño que aprende a disparar antes que a escribir, es un adulto difícil de recuperar –aunque hay excepciones-. El Cesar no es ajeno a esta situación. En Colombia en los últimos años se han desmovilizado más de seis mil menores y aún siguen diez mil en los grupos ilegales y de esa cifra muchos están en el Cesar.

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