He cedido esta columna al ilustre abogado manaurero, Orlando Araque García, miembro de una distinguida familia de ese pueblo cesarense, para transcribir unas palabras que escribió por el fallecimiento de Claudio Morón Moscote, quien murió el 30 de mayo pasado en Valledupar a la edad de 78 años, oriundo del Municipio de La Paz.
Antes, tengo que recordar que Morón Moscote fue dirigente y agricultor del Cesar, fue secretario general de la Gobernación del Cesar y también alcalde de La Paz y Manaure, tiempo en el cual desarrolló tareas productivas en bien de la sociedad cesarense.
El escrito de Orlando Araque García, dice, textualmente: “Claudio Morón Moscote nació en La Paz, pero su corazón comenzó a latir solo para Manaure, Cesar, cuando conoció a Lourdes Orozco, la hija de ‘Guille’ y Atala López”.
“Lourdes, para esa época, inicio de los años setenta, cursaba estudios de secundaria en Bogotá en el reconocido colegio Sor Teresa Valse, de monjas salesianas de María Auxiliadora y, Julio Cesar Zuleta Calderón, también de la Paz, era su acudiente. El amor de Claudio por Lourdes creció del mismo tamaño y pasión que su cariño por nuestra tierrita, eterno amor enaltecido por sus dedicatorias con el impreso sello musical del vigente cantautor Roberto Carlos”.
“A pocos días de habérsenos adelantado, Claudio Morón Mieles, lo seguimos recordando gratamente como persona correcta, decente en amplitud, supremamente culto, estructuralmente integro, jovial, de modales envidiables, en fin, todo un señor”.
“En Claudio siempre pervivió la templanza que cultivó a través del esfuerzo diario, matizado con perseverante entrega y culto al cumplimiento del deber, de la disciplina, del orden, de la rigurosidad para formar, para crecer y avanzar superando escollos”.
“El compromiso y el trabajo, fueron características identificadoras de su comportar naturalistamente articulado con las buenas causas que le permitieron merecidos y meritorios reconocimientos en toda la región, como ganadero líder y como hombre de paz”.
“Fui oculto admirador y seguidor de su personalidad, junto con mis hermanos, y mi padre lo reconoció e identificó en vida como todo un caballero. Don Guillermo Araque valoró en él siempre ese don natural de la decencia como ingrediente complementario de su arraigo y formación en el hogar de Rafael Morón Mieles y Elisa Moscote sus padres, preclaros formadores y responsables de esas distinciones reseñadas en precedencia”.
“Para quienes estamos cerca a la generación de Claudio, recordemos y pongámoslo de presente que Claudio fue considerado el mejor basquetbolista del Municipio de La Paz y uno de los más destacados de toda la provincia”.
“En camino hacia Manaure, los hermanos Araque recordamos a Claudio al pasar por la que fue su finca adorada “El Riecito”, un poco más adelante de la entrada al corregimiento de San José de Oriente y poco antes de ‘La Tomita’. Recordamos con mucho afecto a un hombre curtido de sencillez, cubierto de fuerza para el trabajo, que tuvo la posibilidad de realizar sus sueños y de ser protagonista de una hermosa familia, contagiada de amor y exquisito cariño”.
“Cumplimos con honra la dichosa y emocionada misión de recordarlo extendiendo un estrecho saludo a Lourdes, sus hijos y familia en general”, concluyó Orlando Araque García.
Hasta la próxima semana.