La Sala de Restitución de Tierras del Tribunal Superior de Cartagena ordenó la restitución de los derechos territoriales de la comunidad indígena Tugeka del pueblo kogui en la Sierra Nevada de Santa Marta, razón por la cual 1.636 hectáreas serán ‘recuperadas’ por el grupo ancestral que fue desplazado durante el conflicto armado.
Sobre el origen del problema, el director nacional de la Unidad Administrativa Especial de Restitución de Tierras Despojadas, Giovani Yule, aseguró desde el resguardo Kogui-malayo-arhuaco que “ha sido la institucionalidad la que ubicó a las comunidades campesinas y traslapó un territorio ancestral que ya había sido constituido legalmente”.
Yule hace referencia a la asociación de agricultores y ganaderos que desde hace más de 15 años habitan parte del terreno protegido porque les fue adjudicado por el antiguo Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), pero que que a partir de la sentencia será administrado por el sistema indígena y los campesinos tendrán que ser reubicados o compensados según lo disponga la justicia.
DIFERENCIAS ENTRE INDÍGENAS Y CAMPESINOS
“Esas son las cosas del Estado que causan el fraccionamiento de las comunidades”, agregó el director de la entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Sostenible.
“De igual manera a las comunidades campesinas que se han establecido aquí, también debemos de garantizarle sus derechos porque han llegado a estos territorios por el desplazamiento y allí nos corresponde a nosotros hacer lo correspondiente para ubicar unos territorios donde ellos puedan seguir desarrollando sus vidas”, explicó Yule.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.