El cambio climático quizá sea la mayor amenaza para la salud y el medio ambiente en general en este milenio. Ciertas o no las teorías y hasta las profecías sobre el fin del ciclo de vida del planeta, lo más importante es que está cambiando y ahora hay más gente trabajando para salvarlo, por lo menos así nos lo demuestra la última Cumbre sobre el Clima, la COP 21, celebrada en Paris entre noviembre y diciembre de 2015, aunque no haya arrojado compromisos vinculantes, 195 países firmaron comprometerse al 2030 a descarbonizar la economía para que la temperatura no aumente más de1,5º C.
Pero en todo caso, pese a los artículos en la prensa, a las Cumbres con los líderes internacionales y a los correos que circulan por la Internet, aún no hay mucha conciencia acerca del efecto del calentamiento global en la salud y demás consecuencias en los habitantes de la Tierra. Es probable que los riesgos asociados con el previsible cambio climático afecten el estado de salud de millones de personas.
Según la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, el cambio climático es “una amenaza directa para la salud y puede afectar a algunos de los determinantes más importantes de la salud, como son el aire, el agua, los alimentos, un techo bajo el cual cobijarse y la presencia de más enfermedades”.
En los países en desarrollo estos cambios pueden aumentar la desnutrición y las enfermedades causadas por la escasez y la contaminación del agua. Para la OMS, la malnutrición es responsable de más de 3,5 millones de muertes al año. De acuerdo con la portavoz citada anteriormente, los efectos negativos de la variabilidad climática ya se han hecho visibles en catástrofes naturales como la ola de calor en Europa durante el 2003, que mató a 70.000 personas, el huracán Katrina, la epidemia de malaria en África Oriental por el aumento de las temperaturas o la epidemia de Cólera en Bangladesh, tras las grandes inundaciones. La OMS estima que para el 2030 el cambio climático aumentará muchos de los riesgos para la salud hasta duplicarlos, al punto de que ya muchos científicos hablan del calor como” el asesino silencioso”.
Vale la pena hacernos la siguiente pregunta ¿cuál es la causa? Los cambios que comenzaron a sentirse están directamente relacionados con la actividad humana. El desarrollo económico se ha acompañado del uso de combustible (petróleo y sus derivados, carbón, gas natural), que han provocado el denominado “efecto invernadero”. Este proceso se acentúa por una serie de factores, como la producción exagerada de determinados gases pero en menor proporción, la emisión de contaminantes de origen industrial, el escape de gases de los vehículos, la deforestación de los bosques y la erosión de los suelos, entre otros.
Un grupo de los investigadores del clima en el mundo considera que hay más del 90% de probabilidades que la mayor parte del calentamiento durante los últimos 50 años haya ocurrido debido a emisiones de gases invernaderos que atrapan el calor generado por las actividades de los seres humanos.