Era un miércoles por la tarde, lo recuerda muy bien Isabel Antonia Hernández. Su idea era evitar que su compañero sentimental, Jorge Francisco Torres Ospino, tomara el carro de mula para arrojar la basura que había quedado al frente de la casa de una vecina en el barrio Bello Horizonte.
De todos modos Torres -fiel a su estilo, era más terco que una mula, recuerda Isabel- omitió sus peticiones y se subió al caballo con el único propósito de finalizar “la vuelta” y ganarse los 10.000 pesos que le había prometido la vecina por hacerle el favor.
Torres fue al botadero, pero nunca volvió. En su intento por arrojar la basura, murió. De acuerdo a los primeros informes, al hombre de 74 años se le explotó una vena y falleció desangrado, el pasado 15 de octubre, a las 6:00 de la tarde.
“Solo me faltó bajarlo del caballo para que no se fuera, pero él era muy terco. Le supliqué muchas veces que se quedara en la casa viendo el partido de Colombia, pero él prefirió ir”, rememora Hernández.
Este duro golpe marcó un antes y un después en la vida de la mujer. Ella intentó buscar alternativas de trabajo por todos lados, pero no encontró. Aún hoy vende carbón, gorditos de carne y hasta alquiló una camioneta para hacer viajes.
Sin embargo y más allá de esto, buscó el carro de mula en el que falleció su esposo para trabajar. Tal vez por seguir la tradición de su esposo o tal vez por pura necesidad, la mujer tomó el vehículo de tracción animal para subsistir de él.
“Alquilé el caballo en 6.000 pesos y la carroza en 12.000 pesos diarios y con eso me sostengo económicamente”, indicó Isabel Hernández.
No obstante y cuando todo parecía recomponerse, la mujer se enteró de una noticia que la estremeció por completo: hasta finales de enero del próximo año, se permitirá la movilización de esta clase de vehículos en Valledupar.
“Es un hecho muy triste porque hay muchos compañeros que viven de eso; sobre todo, señores que no saben hacer otra cosa, porque al igual que mi marido, tienen 30 o 40 años en esto”, acotó.
En realidad, el proyecto buscaba sacar de circulación a los vehículos de tracción animal desde el 31 de enero de este año en cumplimiento de un decreto del Ministerio de Transporte.
El Decreto 178 del 2012, que fijó como último plazo el 31 de enero del 2013 para sacar los vehículos de tracción animal de municipios de categorías primera y especial, amplió el plazo dado por la Ley 769 del 2002, que fijaba como último plazo el 31 de enero del 2012, que tampoco se cumplió.
Pero no se hizo porque algunos municipios siguen sin darles alternativas de trabajo a los carromuleros, a pesar de que la Corte Constitucional se los ordenó.
De hecho desde la expedición de la norma, en la ciudad no han sacado ni un solo caballo de circulación, así que la Administración Municipal tiene cuestión de días para ver qué programas realiza con este gremio de carromuleros y cuál será la suerte que les espera.
El presidente de la Asociación de Propietarios de Vehículos de Tracción Animal de Valledupar, José Calderón, aseguró que hasta el momento no se puede afirmar si ellos van a salir de circulación, debido que no se ha llegado a un acuerdo con la Administración Municipal.
“Que vayamos a salir no estamos seguros; con el Alcalde nos reunimos una sola vez y nos dijo que iba a viajar a Bogotá a trabajar y que se está haciendo un consenso sobre esta situación, pero no hemos vuelto a saber de eso”, sostuvo.
El líder de este gremio también cuestionó lo que se viene haciendo en el Concejo de Valledupar, luego de que la corporación aprobara un presupuesto de 400 millones de pesos para invertirlos en la próxima vigencia sobre las personas que se quedaran sin hacer nada, luego de que finalmente se cumpla la orden de sacarlos de circulación.
“Lo segundo es que en el Concejo solo nos aprobaron 400 millones de pesos, no podemos asegurar si vamos a salir porque eso no está concreto. A nosotros no nos han hablado sobre qué se va a hacer con ese dinero y cuál será el futuro de quienes quedemos sin empleo”, manifestó José Calderón.
Uno de los motivos que impulsó al Estado a no seguir permitiendo la movilidad de los carros de mula es por el fuerte castigo y los golpes que reciben los caballos; Calderón reconoce que varios de sus compañeros tienen este tipo de conductas inapropiadas.
“Es imposible decir que este fenómeno no se presenta, porque sería echar mentiras. Nosotros sabemos que varios de nuestros compañeros castigan a los animales, los manejan borrachos y los someten a fuertes castigos. De todos modos hemos intentado hacer un equipo con la Policía para buscar la manera que esta situación no se presente más pero ha sido imposible”, explicó.
Agregó que “más allá de esto, hemos venido haciendo capacitaciones, reuniones y hasta psicólogos hemos buscado para que entiendan la importancia de no tratar mal al animal. Por eso considero que el resultado ha sido positivo, porque hoy se podría decir que solo el 10% de nuestros compañeros castigan al caballo”.
Hoy la Asociación de Propietarios de Vehículos de Tracción Animal de Valledupar tiene 350 socios, pero se cree que en Valledupar hay 800 carromuleros, de ahí la preocupación sobre qué va a pasar con ellos.
Alternativas
Más allá de esto, la Alcaldía de Valledupar por intermedio de la secretaria de Gobierno, Olaris Oñate, indicó que es un hecho que a finales de enero del próximo año no podrán circular más carros de mula en la ciudad.
Oñate sostuvo que para ello están buscando alternativas con la intención de que estas personas no queden en el aire y sin trabajo.
“Estamos tratando de poner unos sitios estratégicos para la exposición de podas, porque los carros de mula salen de circulación en el mes de enero y es un proceso para el cual nos estamos preparando”, sostuvo la funcionaria, quien expresó además que “estamos tratando de ponerlos a trabajar en proyectos productivos para no dejarlos a la deriva, la Administración Municipal tiene algunos programas que no se han consolidado pero sí estamos pendientes de solucionar su situación laboral”.
El problema es que hasta el momento la Alcaldía no tiene nada definido, según reveló Oñate, y el tiempo corre en contra de los carromuleros, de la Alcaldía, del Concejo, de todos.
“No queremos que ellos se arreglen como puedan, estamos buscando recursos para ponerlos a trabajar en proyectos productivos; con algunos de la agremiaciones nos estamos reuniendo, no tenemos nada definido, pero sí vamos a ofrecerles soluciones”, finalizó.
La proposición
A su turno, el concejal Iván Lúquez Mindiola señaló que debido a una proposición suya en la corporación se pudo destinar recursos a este gremio, debido a que en un principio la Alcaldía no lo tenía contemplado así.
“En el presupuesto municipal quedó incorporado por iniciativa de la corporación un rubro específico, por un valor de 400 millones de pesos, para iniciar el proceso de sustitución de los vehículos de tracción animal, conocidos popularmente como carros de mula. Fue una decisión de toda la corporación, inicialmente no estaba contemplada en el presupuesto de la Administración, pero luego de hacer la concertación respectiva con la Secretaría de Hacienda y de Gobierno, aceptaron la propuesta”, dijo.
De acuerdo con el Concejal, la idea original era aprobar un rubro de 1.000 millones de pesos, pero más allá de esto lo importante es que “empezamos a aportar con lo requerido en el Código Nacional de Tránsito y en el Decreto 178 de 2012 que establecen que las alcaldías locales deben adelantar los programas de sustitución de carros de mula”.
“Sabemos que es complejo porque son 800 personas las que se dedican a este oficio y la idea es ir cumpliendo progresivamente y continuar hasta que salgan de circulación estos vehículos en el casco urbano, como lo indica la ley”, finalizó Lúquez.
Mientras eso ocurre, en este gremio solo se siente tensión y temor por lo que pasará con ellos. Así lo expresan los representantes de esta agremiación, en especial Isabel Antonia Hernández, que después del fallecimiento de su compañero, hoy vive un nuevo drama.
Por Arnol Murillo Rincón/ EL PILÓN