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El dólar sube y baja: ¿por qué?

A nivel global, el precio del dólar es determinante por su incidencia en las decisiones económicas y políticas que toman los gobiernos, los empresarios e inversionistas, comprender su comportamiento se ha convertido en tema de interés para el público en general. 

El mercado de divisas o cambiario, comprende un ecosistema donde conviven el sector financiero, los inversionistas institucionales, el gobierno y el Banco Central. Asimismo, los clientes y multinacionales, exportadores, importadores, inversionistas y compañías extranjeras. El peso colombiano es una moneda de libre flotación, porque el tipo de cambio flota libremente en el mercado e implica que el Banco de la República se abstenga de manipularlo, de tal manera que el precio del dólar se fije por la interacción entre la oferta y la demanda,

La doctrina académica documentada por las concepciones teóricas enseñadas como verdaderas determina que la oferta y la demanda que están en los flujos de comercio internacional y financieros, son factores clave que establecen el precio del dólar. De igual manera, el precio del dólar está presionado por los movimientos que se generan en el índice económico de Cuenta Corriente del país conformado por la balanza comercial (exportaciones – importaciones), al igual que en la Cuenta de Capitales: inversión extranjera directa, inversión de portafolio y endeudamiento externo. En términos didácticos se podría afirmar que la economía colombiana es una hormiga y la economía mundial un elefante. Sin embargo, los aspectos políticos externos e internos impactan la economía y el precio del dólar. 

El dólar en Colombia es un tema de discusión recurrente, precisamente, por la fluctuación ingobernable de la divisa, es decir, por los factores de inestabilidad, internos y externos, que de acuerdo con el comportamiento de su precio descendente afecta la rentabilidad de los exportadores, pero cuando su tendencia es ascendente posee la capacidad de asfixiar la economía y el poder adquisitivo de muchos países.

Eventualmente, una de las recetas para remediar la fluctuación del precio del dólar, consiste en optar por reemplazar totalmente el peso para pasar a la dolarización de la economía. La “dolarización” es un fenómeno controversial que se mantiene vigente en los debates de los economistas. De acuerdo con el estudio “La dolarización financiera: experiencia internacional y perspectivas para Colombia” el peso es una moneda que cuenta con la confianza de los agentes de la economía, soportada por la credibilidad de la autoridad y la política monetaria. De otra parte, el economista norteamericano Steve Hanke, profesor de la Universidad Johns Hopkins, ha insistido varias veces que lo que debe hacer Colombia es olvidarse del peso y dolarizar la economía. 

Por sus desventajas, dolarizar no es la varita mágica que solucionaría todos los problemas, porque el país dejaría de controlar su política monetaria, y las decisiones inherentes pasarían a depender de la nación emisora de la moneda, en el caso del dólar, la Reserva Federal Americana (FED), o sea que quedaríamos maniatados en términos monetarios. La mejor alternativa económica consiste en revertir la improductividad del país, para dejar de ser vulnerables y dependientes del resto del mundo, especialmente, de Estados Unidos.

Por: Luis Elquis Díaz

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