“Un pueblo no es verdaderamente libre mientras que la libertad no esté arraigada en sus costumbres e identificada con ellas”, dice el escritor español, Mariano José de Larra.
Las garras del secuestro atraparon a muchas personas en este país. El resultado de una investigación realizada por el Centro Nacional de Memoria Histórica y Cifras & Conceptos, que recopila 1.302.337 datos y documenta 39.058 víctimas de secuestro entre 1970 – 2010. Esto la convierte, sin lugar a dudas, en la base de datos más sólida y consistente sobre el delito de secuestro en Colombia.
En dichas cifras están sumergidos Diomedes Dionisio Díaz Aroca y Rolando Ochoa, que estuvieron privados de la libertad 18 días por el Ejército de Liberación Nacional, Eln.
Los archivos del diario El Tiempo, indican que el secuestro de los dos artistas, integrantes del conjunto, ‘Los Hijos de los Grandes’, se produjo cuando llegaban a la población de Palocabildo, Tolima, para cumplir una presentación.
El hecho se dio por la noche de un domingo de mayo, cuando el bus en que viajaban fue interceptado por dos hombres armados que obligaron a su conductor abrir la puerta y de inmediato preguntaron por los jóvenes intérpretes.
Buenas noches, ¿dónde está Diomedes Dionisio? , preguntó uno de los hombres. El joven respondió: aquí estoy. Bájese que mi comandante lo mandó a buscar, le ordenaron. Lo mismo hicieron con Rolando Ochoa, quien estaba durmiendo en la parte trasera del vehículo.
Después se montó otro de los hombres armados y preguntó por el número de acordeones que llevaban. Los miembros del conjunto les respondieron que cuatro. Bueno, necesitamos dos, les dijeron y se las llevaron con los jóvenes.
“Para dónde se llevan a mi hijo, si nosotros no le debemos nada a nadie y vamos a cumplir con una presentación”, reclamó entre lágrimas Denis Aroca. No se preocupe que a los muchachos no les va a pasar nada, nosotros nos comunicaremos con usted, le respondieron los subversivos.
El diario capitalino indicó que los guerrilleros exigieron al grupo permanecer en el lugar cerca de media hora. Cumplido ese tiempo, el conjunto se regresó y llegó a Valledupar, sin poder cumplir el tercer compromiso de la gira musical que iniciaron por Venadillo y Guayabal (Tolima).
A las madres de Palocabildo, para quienes estaba programado el concierto, les devolvieron los seis mil pesos que habían pagado por escuchar al hijo del ‘Cacique de La Junta’. Los organizadores les informaron que los jóvenes habían sufrido un accidente y no se podían presentar.
En esa época, Diomedes Dionisio tenía 18 años, su madre, Denis Aroca dijo en aquel momento de angustia: “yo le pido a la guerrilla que me devuelva a Diomedes Dionisio y a Rolando lo más pronto. Mi hijo es todo para mí, aquí en la casa dependemos de su trabajo artístico. Mi esposo Wilber Flórez es el coordinador del grupo y mi hermano Miguel, es su jefe de prensa”.
Expresó también que su padre, Diomedes Díaz, quien estaba enfermo en su residencia, se había preocupado por la suerte de su hijo al igual que su abuela paterna, Elvira Maestre.
Para los tiempos de la retención, Dionisio y Rolando, pasaban su mejor momento de la carrera artística en la que alcanzaron a grabar cuatro trabajos discográficos bajo el sello de la compañía Codiscos. En 1999, lanzaron el disco ‘Siguiendo los pasos’ y alcanzaron el éxito nacional con canciones como ‘Porque te amo’ y ‘Dame un besito’.
Diomedes Dionisio no tomaba licor cuando grabó por primera vez junto al hijo del Rey Vallenato Calixto Ochoa. Cuando el Eln se lo llevó cursaba 11 grado en el colegio Pestalozzi, ubicado en el barrio Primero de Mayo, un sector popular de Valledupar.
Después de permanecer varios días privados de la libertad, Diomedes Dionisio Díaz, hijo del cantante vallenato Diomedes Díaz, y su acordeonero Rolando Ochoa fueron liberados por el Eln en zona rural de Líbano, Tolima.
Quince años después…
Pasaron quince años desde aquel suceso imborrable de las mentes de Diomedes Dionisio y Rolando Ochoa, así como las víctimas que hubo en casi todos los municipios colombianos, donde el Eln registra un 25% como autor presunto y 30% como confirmado.
El acordeonero Rolando Ochoa narró, en exclusiva para EL PILÓN, lo vivido en aquellos ‘amargos’ 18 días; la sombra oscura que pasa por su mente al recordarlos y el mal que no le desearía a nadie en este mundo.
“Ohhhh fue horrible, eso es horrible, estar secuestrado es lo peor que le puede pasar a un ser humano. De las situaciones amargas que he vivido en mi vida es esa, un flagelo que está viviendo mucha gente y que nadie sabe lo que sufre una persona secuestrada”, dijo Rolando.
En cautiverio, el además compositor supo lo que era vivir en carne propia lo visto muchas veces por la televisión y que nunca imaginó le pasaría. “Es terrible el sufrimiento, no solo por lo que le pueden hacer a uno, sino en el encierro cuántos años; yo lo viví 18 días y casi me muero, casi me muero, dígame las personas que llevan años”.
El ser nacido en la región de Sucre, lo hace ser un apasionado por la comida, pero en aquellos días comía “arrocito, fríjol y lo que la guerrilla podía recolectar en las fincas cercanas al lugar del campamento”, expresó.
Algo claro es que nunca el Eln trató mal a Rolando y a Dionisio. “Nunca nos trataron mal, decir yo que me dieron un golpe, jamás, fueron muy respetuosos y decían que nosotros éramos músicos, nos decían que era una retención que ya no recuerdo cómo pasó, pero ya gloria a Dios que estamos acá”, recordó Ochoa.
Cuando todo pasó, los vecinos del barrio Manantial, donde vivía Diomedes Dionisio, a pesar de que mostraron preocupación, manifestaron que seguramente el secuestro obedecía a la intención de los guerrilleros por armar una parranda secuestrada.
Pero Rolando aclaró el suceso después de tantos años, “no nos dejaban tocar porque eso estaba prohibido para ellos, a veces intentaba desahogarme con el acordeón y me mandaban a callar completamente”.
¿Y cómo pasan los días después del secuestro?, Rolando Ochoa respondió sin tartamudear: “es algo que recuerdo todos los días de mi vida y cada vez que veo en la televisión que secuestraron a una persona me duele mucho porque yo viví eso, pero ojalá que eso se pueda borrar de Colombia, el secuestro no le hace bien a ninguna familia”.
En estos momentos, el Gobierno Nacional está en conversaciones con las Farc para llevar a cabo un proceso de paz que termine un conflicto de más de 50 años, y en la opinión del acordeonero, compositor y productor, ¿qué pensará al ser víctima del conflicto armado en Colombia?
“Yo creo en Dios, creo que hay un Dios poderoso en el cielo y que vivimos por su misericordia, porque la Biblia dice que maldito el hombre que cree en el hombre; si ellos (Gobierno y Farc) dicen que van a buscar la paz que lo hagan, que no se quede en palabras y si lo hacen gloria a Dios porque sería lo mejor para nosotros vivir en un mundo más sano. Pienso de que ya creer tú en tres o cuatro personas que van arreglar millones de gente armada, entonces mejor creo en Dios y ojalá ponga en ellos sinceridad para que puedan tomar la mejor decisión”, enfatizó Rolando.
Luego del secuestro, Diomedes Dionisio y Rolando Ochoa, grabaron dos producciones más, ‘Mi vida real’ y ‘Creyendo en lo nuestro’, después de una gira por Estados Unidos decidieron coger caminos diferentes y quedar marcados por siempre por un hecho, trágico, como fue ese secuestro en 1999.
Hoy Rolando Ochoa hace pareja musical con Martín Elías, otro hijo de Diomedes Díaz, mientras Diomedes Dionisio graba una producción musical en Valledupar.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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