La muerte de Jorge Oñate ha afectado al mundo de la música vallenata, porque se trata del primer cantor del folclor que puso su voz para contar las ocurrencias, vivencias y aconteceres de los compositores. A mí, especialmente, me acongojó.
Escribir sobre Jorge Oñate no es nada fácil. Oñate es como un baúl sin fondo, por sus ojos pasaron miles de momentos del folclor. Hace 5 años, el 27 abril 2016, publiqué en este mismo espacio una columna sobre su unión con Álvaro López. Reproduzco apartes de esos recuerdos de su vida, como homenaje póstumo:
“Se han suscitado muchos reencuentros entre acordeoneros y cantantes en los últimos 25 años, pero nunca como el que acaba de ocurrir entre Jorge Oñate y Álvaro López. Se trata del dúo perfecto. La voz de Oñate, la más melodiosa y cadenciosa de todos los tiempos.
Jorge Oñate encarna lo más auténtico y puro del folclor, el que nos enseñó a cantar en las madrugadas al pie de una ventana y el que ha narrado aconteceres por doquier, como lo reconoce hoy Silvestre Dangond.
Oñate no tiene escuela ni nació de una escuela musical, es único y muy original. Bien lo expresa su mentor, el acordeonero Miguel López: ‘Difícilmente nace otro para cantar y animar con esa voz tan melodiosa una parranda igual o superior a Jorge Oñate’.
Tendrá sus defectos, pero son más sus virtudes como persona y cantante, que lo hacen un ser excepcional por su trasegar en cada escenario y encuentro musical. Hace unos días anunció que su nuevo acordeonero es Álvaro López y la noticia ha trascendido todas las fronteras. Álvaro López tiene una capacidad innata para desarrollar las melodías e incluir novedades rítmicas muy vallenatas, hoy por hoy, es el acordeonero más completo, auténtico y versátil del folclor vallenato.
Su personalidad contrasta con su forma de ejecutar el acordeón. Uno encuentra a un Álvaro López introvertido, metido en un mundo de secretos y ataviado por costumbres ancestrales, impecable con su acordeón, lleno de melodías y de notas musicales que casi hablan. Ejerce con su acordeón un proceso de comunicación intrépido, que irradia actitudes entre el emisor y el receptor. Su modestia contrasta con lo que sabe transmitir con el acordeón: alegrías y cultura.
Esta unión entre Jorge Oñate y Álvaro López es ‘la más importante de los últimos 25 años’. La mejor antesala al 49 Festival Vallenato es la unión de Jorge Oñate y Álvaro López y, sobretodo, el aporte que le hacen al vallenato, declarado por la Unesco como ‘Patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad.
A sus 67 años recién cumplidos, Oñate inicia un nuevo periplo (reencuentro), ahora con un músico autóctono y osado con el acordeón, estos dos artistas enfilan un nuevo acontecer que seguramente nos llenará de alegrías y júbilos.
Todos celebran esta unión, Gustavo Gutiérrez está súper emocionado: ‘Esto es hermoso: la auténtica voz y la nota más pura, extraordinario. Me da nostalgia esta unión porque recuerdo los años en que Oñate me grabó mis canciones, seguramente en su nuevo CD vendrá un tema mío, pero no inédito porque tengo 18 años de no componer canciones”, manifestó muy complacido.
Jorge Celedón dijo estar encantadísimo con la unión de Álvaro y Jorge, y precisó que este reencuentro es un pilar para el vallenato tradicional, porque lo que hagan ellos dos es para seguir el camino. Esta unión da de todo: está por encima del bien y del mal”. Descansa en paz Jilguero de América, el Ruiseñor del Cesar. Hasta la próxima semana.