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El día del grado y los tiempos idos

Por: Jose Gregorio
“Dedico este escrito al Mono Pava habitante del cielo desde enero de 1989”
El maestro de ceremonia se preparaba para leer el nombre de las graduandas esa noche de diciembre de mil novecientos noventa y uno. “Cholo” el profesor de filosofía las ordenaba según su estatura para que el grupo fuera el más ordenado de los once. Leonor llevaba su cabello como siempre, rizado, y una sonrisa de cordales completas; Mientras que Julieta, Milena, Mayra, Gloria, Olga, Carolina y Mónica se lo habían cepillado donde Margarita y no sonreían tanto porque sabían lo que en pocos minutos ocurriría. La jardinera a cuadros en colores turquí y rojo, con su camisa manga larga y un lazo azul de corbatín delicado, lucían arreglados y planchados como si fueran a una cita con Dios. La monja encargada de la logística y la ceremonia, hizo una señal para que dieran inicio al evento. Socorro de Cafaro, la prefecta de disciplina se paseaba con un garrote en la mano ayuntando a  los zorros de las gallinas; lo que no sabía ella era  que las gallinas correteaban a los zorros dentro del mismo colegio y ella no se daba cuenta. Con tan buena suerte ella, que en ese entonces no existía ni celular ni internet; solo funcionaban las cartas escritas y la buena telepatía que se comprobaba con la frase: “me adivinaste el pensamiento” cuando cada uno planeaba las cosas por su lado, y al unir estrategias se había planeado lo mismo; esto lo hacia la falta de comunicación.( ahora con internet, celular, BB, no se logran poner de acuerdo) sigamos con la ceremonia. Cuando el presentador da el nombre de una de las antes mencionadas suena una bomba que estremeció la flora y fauna del cerro, las tejas del coliseo se descompusieron; nunca volvieron a ser las mismas. Las monjas se miraron las caras. Una se colocó las manos en el rostro y dijo: Sagrado Corazón  una bomba hermanas nos acabaron. Cuando siguieron nombrando cada una de las antes mencionadas, las explosiones eran mayores; el pánico se adueñó del evento; “Cholo” les miraba la cara, a una por una, y estas aparentaban no saber nada “este cartel de Medellín y esta violencia ya se sienten hasta en Valledupar, ¡terrible! Dijo una en voz alta para despistarlo. Socorro la prefecta de disciplina con el primer bombazo soltó el garrote “ ay juepucha me mataron” ella sabía que las debía y tenía más de un enemigo oculto, pues en el bazar de ese año, sacó de la fiesta a quince jóvenes enloquecidos de amor entre esos a Marihuanita”( aclaro, no le decían así por consumirla, sino porque era malo), ella supo que estaban pretendiendo a unas de sus gallinas, y uno de estos le dijo al cruzar el portón” socorro me las pagas, así me toque irte a buscar a Italia” amigo lector esta era una señora amenaza( dicen que Socorro después de esta amenaza no la encuentran ni en Facebook) Mientras afuera del colegio “Las Monjas” en la parte trasera, los hermanos Urbina(los hijos de Toño y Rosarito) y otro que prefiero no echar al gua, despedían voladores al cielo festejando el grado de las pelás, “eche las pelás se lo merecen, al fin terminaron” muchos años después supe que esa misma noche  de la ceremonia a la del cabello rizado la recibieron en su pueblo San Diego con la banda de guerra del colegio Comaroto y otra sarta de voladores. Esto lo recuerdo porque las cosas eran deferente, ahora esa gracia se ha perdido, los jóvenes parece que actuaran teledirigidamente, ya no hay sorpresas; las emociones del corazón solo las usan los estúpidos. Ahora la palabra te amo se generalizó, hasta le dicen te amo al Ipad. Se ha ahogado la amistad en un mar de competencia de consumismo, Marquismo (de marcas) ahora no hay noches de besos sino de sexo. Las serenatas han desaparecido, y si se escucha una explosión, o fue un petardo a acaban de matar a alguien en la esquina. Los pendejones eran pocos, o no se atrevían a salirse del closet. Las visitas en la puerta de la calle era el mejor de los programas. Esperaba uno la noche con ansias para visitar a la novia; hoy salen a verse en viajes que hacen y pasan noches de despeluque y lujuria; en mi época: “si la quebraste la pagas” decía el papá “o te casas con ella o te casas conmigo” hoy en día un papá le dice así al novio de la hija y el pelao contesta: que te pasa viejo? No me caso con ninguno de los dos pss que oso. O denuncian al papá por terrorismo. Como añoro esos tiempos idos.
Feliz fin de semana

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