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El despertar del pueblo chileno

Por: Imelda Daza Cotes

Chile se proclama democrático pero la realidad muestra que este país vive aún bajo muchos de los dictámenes de Pinochet. Aunque la dictadura terminó -mediante una Concertación entre partidos políticos de centro-izquierda y el dictador- el pueblo chileno sigue soportando el peso de todas las medidas implementadas por Pinochet en el marco del Consenso de Washington. Lo apoyaron en esto los “Chicagos Boys”,  un grupo de economistas de las Universidades Católica de Chile y de Chicago que diseñaron, desde antes del golpe militar en 1973, un paquete de medidas de austeridad fiscal, privatizaciones y liberalización económica, todo lo cual implicó enormes transferencias del Estado a los bancos privados por la crisis 1982-83, reducción drástica del gasto social y a partir de 1986 la venta, a precios de nada, de la mayoría de las empresas estatales de servicios públicos(electricidad, agua, teléfonos) con la consecuente elevación de las tarifas
El paquete neoliberal se aplicó completo. Se privatizaron además  los Fondos de Pensiones, la Salud, la Educación y el Transporte y, como si fuera poco, se prohibió al Estado formar nuevas empresas. A los empresarios forestales se les permitió ocupar tierras de las reservas indígenas Mapuches; se aprobaron generosos contratos para la explotación del cobre(principal recurso minero del país) con empresas multinacionales y con grandes empresarios chilenos que obtuvieron ganancias exorbitantes. Efectivamente la economía creció y sigue creciendo pero esto no se ha traducido en bienestar para la mayoría de los chilenos, sino todo lo contrario. Chile es hoy uno de los países con peor distribución del ingreso, es decir, las diferencias entre ricos y pobres son aberrantes.
Superada la dictadura sobrevinieron 20 años de gobierno de los partidos de la Concertación, pero estos no sólo no hicieron modificaciones significativas al modelo heredado sino que fortalecieron las políticas privatizadoras y aprobaron más concesiones mineras, todo en beneficio de los grandes empresarios nacionales y extranjeros
Las repercusiones de estas políticas en la calidad de vida de los trabajadores han sido enormes. Los salarios no alcanzan, las tarifas de servicios son impagables, se han deteriorado la alimentación, la salud, la vivienda y la educación. El Código Laboral, herencia de la dictadura, tolera unas condiciones laborales contrarias a la dignidad de los trabajadores. Han aumentado los problemas de drogadicción y la delincuencia. Todo esto justifica el malestar social que afecta al país y explica por qué el pueblo y en particular los jóvenes se han lanzado a la protesta a pesar de que durante muchos años el régimen promovió la despolitización de la población con el fin de imponer la hegemonía del pensamiento único, es decir, del mercado. Pero la gente se cansó, los más afectados perdieron el miedo a manifestarse, decidieron no soportar más abusos ni atropellos y se atrevieron a enfrentar inclusive las fuerzas represivas del sistema
Desde hace más de tres meses un vigoroso movimiento estudiantil dirigido por una joven comunista, de escasos 23 años, viene impulsando una protesta masiva que poco a poco ha ido involucrando a otros movimientos sindicales y sociales y ha generado un ambiente de  lucha por la verdadera democracia
El móvil de la protesta de los estudiantes es la educación, reclaman que sea pública, gratuita, igualitaria y de calidad. Con el pasar de los días el movimiento se ha ido cualificando; se han incluido demandas políticas que sobrepasan el ámbito educacional e indican que los cambios tienen que ser profundos. A los estudiantes se han sumado intelectuales, artistas, pensionados, desempleados y trabajadores de distintos sectores. Las exigencias tienen que ver con Reforma educativa, Reforma tributaria, Renacionalización del Cobre y Convocatoria a una Asamblea Constituyente
La Central Única de Trabajadores de Chile convocó a un paro nacional que movilizó más de un millón de personas y agregó nuevas demandas relacionadas con el Cambio del sistema Previsional, el fortalecimiento del sistema de Salud Pública, un nuevo Código Laboral y una nueva Constitución Política
La protesta es de largo alcance, ha superado las exigencias personales. Los chilenos parecen dispuestos a cambiarle el rumbo a su historia y a conquistar por fin la democracia. Vale la pena seguir de cerca este proceso, los colombianos podríamos aprender un poco de este despertar del pueblo chileno

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