En el trimestre móvil de julio, agosto y septiembre del presente año, la tasa de desempleo creció en Valledupar respecto al mismo periodo del año pasado, según el último informe publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE. Mientras en el trimestre de 2017 alcanzó el 13,1 %, en 2018 escaló a 13,8 %.
Desde que en el trimestre del 2015 descendiera a 8 puntos, la tasa de desocupados ha crecido durante los siguientes tres años de forma sostenida hasta alcanzar en el trimestre de julio a septiembre del 2018 la cifra más alta de la última década. Por eso, aunque el promedio nacional subió del 9,2 % registrado en septiembre del 2017 al 9,5 % del 2018, Valledupar terminó 4 puntos porcentuales por encima (13,8 % – en 2018).
Para septiembre del presente año, la capital del Cesar se ubicó como la sexta ciudad del país con la mayor tasa de desocupados, por detrás de Quibdó que es primera con el alarmante 19 %, Cúcuta (16,2 %), Armenia (15,9 %), Riohacha (13,9 %) e Ibagué con los mismos 13,8 %. Respecto al mismo trimestre del año pasado, este año Valledupar descendió un puesto, culpa del aumento del desempleo en ciudades como Ibagué. “No es que Valledupar haya mejorado, es que otras empeoraron”, comentó Fernando Herrera, economista y miembro del Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales.
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El aumento de la tasa de desocupados encuentra su razón en los resultados negativos de los sectores productivos que ofertan empleo. El comercio, hoteles y restaurantes, junto a la construcción y el transporte son los sectores más grandes de la capital del Cesar. Respecto a los mismos 90 días del año pasado, la construcción no presentó variaciones, contrario al comercio, que pasó de generar aproximadamente 62.254 empleos a 60.000 y el transporte y las comunicaciones de casi 20.000 a aproximadamente 18.354 empleos. En números generales, ambos descendieron dos puntos.
El primer lugar del comercio y la industria hotelera se debe a que el DANE encierra en la misma tabla tanto informalidad como formalidad. “Dentro del sector comercial o de ventas de bienes, el DANE no distingue un centro comercial de un vendedor de arroz con pollo o los vendedores de ‘megabolis’ en el mercado”, explicó Ervin Valdés, coordinador del GEIH Valledupar (Gran Encuesta Integrada de Hogares). Por lo tanto, tampoco distingue la calidad laboral o los ingresos generados.
Al contrario, la población calificada como inactiva creció. Según el reciente informe entregado por el DANE, 126.745 vallenatos están inactivos, 11.444 más que en el mismo trimestre del 2017. Inactivas son las personas que se dedican exclusivamente al estudio u oficios de la casa, sin recibir pago salarial por ello. “La inactividad crece porque algunos jóvenes que buscaban trabajo por temporada o madres que trabajaban medio tiempo, ya no consiguen empleo como antes”, agrega el coordinador del DANE.
En Valledupar, el 78 % de la población está en edad de trabajar, lo que representa unas 324 mil personas. De esas, 197 mil pertenecen a la población económicamente activa, que encierra aquellos que trabajan o están buscando trabajo y son quienes determinan la demanda sobre el mercado laboral. De esas personas económicamente activas, 170.109 están ocupadas, y 27 mil desocupadas. “El crecimiento de la población económicamente activa significa una mayor presión sobre un mercado laboral cada vez más estrecho, por eso aumentan las cifras de desempleo”, aseguró Ervin Valdés.
Asimismo, el DANE realiza una caracterización del conformismo de las personas con sus ingresos o el tiempo que gasta en sus empleos. Así, entran en el calificativo de ‘subempleo’ aquellos que dicen no sentirse conformes. El DANE los clasifica en dos: subempleo objetivo y subjetivo. Los primeros han actuado para cambiar sus trabajos; y los segundos, solo lo han manifestado.
En Valledupar, en promedio, 16.500 trabajadores consideran tener un empleo inadecuado por ingresos y han gestionado para cambiarlo. En ese sentido, para el economista Fernando Herrera los empleos mal pagados incrementan las cifras de desempleo: “Cuando el cabeza de familia encargado de llevar el dinero, sea hombre o mujer, no ingresa lo necesario para cubrir los gastos, sus compañeros de vivienda, sea esposa o hijos, entrarán a buscar trabajos, ampliando la presión sobre el mercado laboral”.
El trimestre de los resultados negativos
En el trimestre móvil anterior, que cubre junio, julio y agosto, los resultados tampoco fueron positivos. De los siete sectores productivos que más aportan a la economía de la capital del Cesar, cinco presentaron resultados negativos. La industria manufacturera y las actividades inmobiliarias fueron las únicas con resultados positivos; mientras la agricultura y la ganadería (-13,2 %), transporte y comunicaciones (-3,0 %), comercio, hotelería y restaurantes (-1,8 %), construcción (-11,3 %) y los servicios comunales (-9,4 %), decrecieron.