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El deporte de La Guajira, entre resiliencia de hambre, talento y abandono estatal

Menester recordar, décadas de olvido y soledad para el deporte y sus disciplinas en La Guajira. 

Suscribo la siguiente utopía recordando aquellos años de infancia y juventud, se solía jugar con una pelota de trapo o un baloncito alrededor del municipio bajo el tembloroso sol guajiro y desértico, hoy muchos padecen de esta resiliencia.

Pueblo guajiro, cuántos adolescentes gozan de talento oculto en cualquier disciplina del deporte y las circunstancias de hambre y abandono en tiempo, modo y lugar les brinda la gloria de ver pasar los años de la edad.

Si bien es cierto, el Estado colombiano a través del Congreso de la Republica, en sus debates con función normativa “(…) reformar la Constitución, hacer las leyes y ejercer control político”, legislan para modificar, adicionar y derogar leyes presuntamente por las necesidades del país. 

Por otra parte, el hoy Ministerio del Deporte, los institutos departamental y municipal del deporte tienen la función, la competencia, obligación moral y administrativa mediante sus actos administrativos de promover e impulsar políticas públicas y diálogos vinculantes de caracterización con sensatez, construcción y dotación de escuelas deportivas a través de administradores o licenciados deportivos, ser garante de los principios y fines del Estado, la función pública logrando la excelencia de este olvido.

En adelante considero perentorio analizar ¿qué ha pasado con el rubro presupuestal para la ejecución y promoción de estos programas deportivos en la búsqueda de talentos guajiros o los gobiernos prefieren lamentarse con el fichaje de los deportistas por otros departamentos e impresionarse que pasaron por sus narices y sin importancia del génesis guajiro? 

Por décadas, se ha evidenciado la ausencia y el desinterés de formar y promover talento, que tantas glorias y alegrías nos han brindados los y las compatriotas a Colombia. Recientemente, las mujeres de futbol de salón históricamente se registraron como campeonas mundiales y las Sub 17 Subcampeonas. Aquí recuerdo este proverbio… muchos verán tus logros, pocos sabrán de tus sacrificios. 

En sus entrevistas ante la opinión pública manifestaron el poco incentivo económico y programa emocional por los altos directivos de las entidades. Inclusive, con prácticas subjetivas que conducen al descontento y tal vez la desmejora de seguir brillando. 

“El único ingreso es el producido por la venta de estampillas prodesarrollo del deporte, que recaudó el año pasado 109 millones de pesos.

Las escuelas fundamentales deportivas, que atienden el ajedrez, atletismo, baloncesto, fútbol, fútbol de sala y taewondo, solo cuentan con 12.5 millones que envía Coldeportes Nacional, en realidad para que la Seccional de La Guajira logre desarrollar un buen trabajo se necesitan 1.500 millones de pesos para este año, pero ni siquiera figura en el presupuesto departamental”.

Con dolor de patria, este índice geo deportivo produce insensatez e impotencia de tanto talento oculto acompañado de la debilidad institucional gerencial en La Guajira, casi igual al departamento del Chocó.

Del mismo adjetivo, aplaudible los sistemas deportivos y líderes que han luchado buscando incansablemente apoyo didáctico y económico para los deportistas. 

Corolario, hoy La Guajira y Colombia gozan de un viceministro del deporte con calidez humana, competente en su trayectoria deportiva y con descendencia de gloria mundial, su hermano Arnoldo Iguarán, para restaurar lo olvidado y prosperar mejores prácticas de país con sentido incluyente y social.

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Raúl Dangond: