El vallenato, con cuatro tantos, terminó como el segundo goleador del Real Valladolid, después de Javi Guerra que marcó 15.
Cuando Humberto Osorio Botello marcó el gol del empate ante el Real Madrid, Marcelo, lateral del Real Madrid atacó con palabras obscenas al atacante vallenato.
Así lo recordó ayer el exjugador del Real Valladolid de España, cuando recibió a la prensa vallenata en su residencia en el barrio Santa Rosa de Valledupar. Esta vez el refrigerio cambió de sabor: de jugo de tomate de árbol pasó al de lulo para acompañar un extenso diálogo, en el que el atacante relató detalles de su hazaña en el equipo ‘blanquivioleta’.
“Cuando marqué el gol del empate ante el Real Madrid, algunos jugadores nos gritaban de cuanta cosa, lo que más recuerdo fue la actitud que tuvo Marcelo conmigo, me dijo palabras que no quiero repetir, porque son muy fuertes, en una acción tiré lejos la pelota para evitar que jugaran rápido y ahí me atacó con improperios, porque tenían el afán de ganar, pero así es el fútbol”, recordó el vallenato.
Su experiencia
Con la humildad que caracteriza al delantero de 25 años, contó su experiencias en tierras españolas; no dejó a un lado la satisfacción de haberle marcado al mejor equipo del mundo; todavía no dimensiona el hecho de ser el hombre más ‘odiado’ por el mejor equipo del mundo al haber impedido que éste fuera campeón. “Ese día no dormí”, dijo el cesarense.
“Más de veinte mil millones de euros se le fueron al Real Madrid por no ser campeón de la Liga BBVA y Osorio es el único culpable”, dijo en su momento un comentarista de la capital española.
“Haberle marcado al equipo del que soy hincha y desde pequeño veía en televisión, es un sueño del que no quiero despertar, uno no alcanza a dimensionar ese hecho, es algo inolvidable e histórico, enfrentar y ver desde cerca a Ronaldo es motivo de argullo”, reconoció.
La experiencia en tierras ibéricas dejó más alegrías que tristezas y así lo reconoce el propio jugador: “Hubo un momento en el que me sentí mal y desesperado porque no jugaba, no sabía qué hacer, no entendía los dolores que me aparecían en la parte isquiotibial de mi pierna derecha, pero gracias a Dios me recuperé y pude jugar, al final quedó mucho desaliento porque descendimos, a nosotros siempre nos dijeron que el objetivo era pelear por no descender”.
Sin embargo más allá de la frustración que embarga salir de la primera división, Osorio Botello marcó un precedente que seguramente le abrirá muchas puertas en el fútbol internacional, sin embargo, es prudente en ventilar su futuro deportivo: “hay unas ofertas que se están manejando, aún no hay nada en concreto, lo único seguro es que no sigo en el Valladolid”, aseguró.
EL PILÓN conoció de una fuente cercana al jugador que equipos como Morelia de México y otros de España han preguntado por Osorio Botello.
En el Parque Sol de Valladolid, un poblado sector residencial de esa ciudad, Humberto Osorio gozó de la admiración de sus vecinos, pero más allá de sus virtudes, su historia en el equipo ‘pucela’ quedará marcada, mientras que su nombre será recordado por el imperio merengue como el culpable de la ‘desgracia’ madrilista.
Osorio no fue ajeno en opinar sobre su país en el Mundial de Brasil que se avecina: “Colombia tiene jugadores con qué pasar a segunda ronda, aquí lo importante es tener los pies sobre la tierra, deben ir paso a paso en cada partido”, advirtió.
Goles de Osorio
Malaga 2 Valladolid 2 (1)
Elche 2 Valladolid 2 (2)
Real Madrid 1 Valladolid 1 (1)
Un emotivo reencuentro
Un emotivo reencuentro protagonizaron ayer Humberto Osorio y el técnico Arismedi Lacera: alumno y profesor en el Club Unión Colombia, el mismo en el que el atacante dio sus primeros pasos como jugador, se dieron un fuerte abrazo. Postrado en una silla de rueda, Lacera aún evoca aquellas épocas de 1999 cuando aquel niño disciplinado y puntual en cada entrenamiento hizo parte de su club. “Yo siempre les digo que aquí no vienen a perder el tiempo, aquí vienen es a formarse para ser grande en el fútbol, me alegro que Humberto esté triunfando porque es un muchacho con mucho talento”, reconoció el profesor.
Por Nibaldo Bustamante