X

El cuestionable comportamiento de la gerente del Hospital Rosario Pumarejo de López

Que un funcionario público no entienda la importancia de una citación que provenga de una corporación pública como la Asamblea Departamental del Cesar, además de inadmisible es una falta de respeto. Es lo que viene sucediendo con la gerente del Hospital Rosario Pumarejo de López, Jackeline Henríquez.

Lo delicado es que Jackeline Henríquez pareciera no seguir ni siquiera los lineamientos y mucho menos los compromisos que para salvar financieramente al hospital ha asumido con el Ministerio de Salud y Protección Social, con la Superintendencia Nacional de Salud y principalmente con la propia Gobernación del Cesar; pareciera “cometa sin rabo” o “volador sin palo”. A esta enfermera superior especializada en Auditoría y Servicios de Salud, le viene quedando grande desde el principio la gerencia de la ESE Hospital Rosario Pumarejo de López. Hacer el recuento de su mala gestión es repetir lo que ya se conoce hasta el cansancio.

Pero como los servidores públicos estamos obligados a respetar un marco de competencias y funciones y hacer solamente aquello que nos está permitido, la doctora Henríquez debe entender que los diputados de la Asamblea del Cesar nos apegamos a una reglamentación que permite citar a los funcionarios departamentales y hacerles debate o control político y que ellos respondan a ese llamado, es en la vida pública como las vocales, todos lo entienden y todos lo saben.

La Duma Departamental del Cesar la citó con la intención de que diera a conocer a los diputados la situación financiera del Rosario Pumarejo de López, es decir lo que verdaderamente preocupa de la gestión en esa ESE. Pero preocupa igual o más la poca inteligencia de la señora gerente, o su torpeza, o su irreverencia o su falta de respeto institucional o su poca capacidad de entender que la citación de la Asamblea del Cesar no busca nada distinto que fortalecer a ese Hospital.

Su falta de compromiso con la gestión del Rosario Pumarejo de López no amerita nada distinto a que todas las bancadas de la Asamblea del Cesar le manifiesten la molestia que produce su burla al reglamento interno de la Asamblea Departamental del Cesar.

Nota: Respetada ciudadanía de Valledupar y del Cesar por lo visto la única censura que le cabe a la doctora Jackeline Henríquez es la censura de corte popular. Ella en su condición de gerente de la ESE Hospital Rosario Pumarejo del López, como servidora pública y como representante legal del Hospital más importante del departamento del Cesar, decidió desconocer a la Asamblea del Cesar, corporación que por lo visto le importa un bledo.

Categories: Columnista
ricardo quintero: