A mediados de 1980 en plena bonanza marimbera, ‘Pepe’ Castro, gobernador del Cesar, había sido advertido por moradores de Guaymaral, El Perro, El Vallito y Los Venados, que normalmente en horas de la noche sobrevolaba una aeronave color plata la cual estrujaba las láminas de zing de sus viviendas, espantaba a las aves y animales de corral.
Lee también: Un avión que no pierde la esperanza
Los gallos cantaban antes del amanecer, las gallinas cacareaban, los terneros bramaban, los burros rebuznaban, los perros aullaban, como si hubiese luna llena y las cabras confundidas reventaban las trancas del chiquero.
Había mucho pánico, los pobladores creían que se trataba de una nave espacial que aterrizaba constantemente en cercanías de Sabanita, imaginaban que podía venir cargada de marcianos provenientes de otros planetas a invadir la tierra.
SE CONVIRTIÓ EN UN ASUNTO GUBERNAMENTAL
Era tanto el susto que una comisión de líderes de cada población pidió audiencia para denunciar ante el gobernador lo sucedido, se desplazaron desde allí, Rafael y Benjamin Valera, Aldo Quintero, ‘El Negro’ Barriga, Casimiro Payares, Alberto Pinto, Rosmira y Sebastián Sarmiento, Silvino Arzuaga, ‘Lucho’ de Luquez y Leonidas Cordoba, quienes a su vez se hicieron acompañar por dos hijos del pueblo doctores Luis Rodríguez Varela y Afranio Restrepo Cordoba.
El mandatario, en consejo de seguridad, había advertido a las autoridades militares y de policía la situación, estos posteriormente en sendos informes de inteligencia negaban el dicho de los pobladores.
En alguna oportunidad cuando don ‘Pepe’ se dirigía a su finca ‘Gobernador’ como de costumbre ordenó detener su automotor para saludar a su comadre Esmilda Quiroz, quien a la vez aprovechó la visita de su amigo para ofrecerle un café y mientras este degustaba la aromática bebida caliente, le reafirmó lo dicho en repetidas ocasiones por los lugareños.
El gobernador, debido a que no recibía respuesta positiva de la policía, contactó telefónicamente a Manuel ‘El Negro’ Zabaleta, director del órgano de inteligencia del estado, quien inmediatamente se desplazó al lugar a realizar labores de campo, llevándole reporte positivo al mandatario el cual fue entregado directamente en su hacienda.
Estos entre oscuro y claro y en camino para regresar a la capital, al bordear las sábanas, entre cactus, trupillos, caritos, aceitunos y aromos; a lo lejos evidenciaron lo que los pobladores indicaban en sus denuncias, el gobernador, en compañía del director del DAS, y de su personal de escoltas se percataron del aterrizaje en una pista clandestina, ubicada en cercanías del corregimiento de Los Venados, el avión estaba cargado con varias toneladas de marihuana, logrando la captura de los tripulantes; un americano, un guajiro y un cubano, el resto escapó ante la presencia oficial.
CAPTURAS E INMOVILIZACIONES
La mala hierba fue incautada y la aeronave inmovilizada por las autoridades.
El exsargento Medardo Zamora Martinez, secretario del Juzgado 63 Penal Militar y padre del doctor Jesus Armando Zamora Suarez, tuvo a cargo la diligencia judicial, luego de la inmovilización, se brindó para acompañar a un piloto de aviación agrícola, quien se atrevió a pilotearlo y traer a Valledupar el DC-6, distinguido con matrículas y banderas americanas y quien antes de aterrizar en el aeropuerto local debió agotar el combustible, sobrevolando los tejados de la Ciudad de los Santos Reyes, llamando la atención de los vallenatos quienes se volcaron hasta las mallas del Alfonso Lopez a percatarse del aterrizaje y de la voluptuosa incautación de marihuana.
No dejes de leer: ¡Sin temor de Dios! Robaron iglesia en el barrio Divino Niño de Valledupar
El bufete de abogados de los doctores Gonzalo Córdoba Espejero, Efrain Aponte Martinez y Luis Orozco Córdoba asumieron la defensa de los allí involucrados hasta conseguir su libertad, la aeronave permanece hoy en el parque del helado sirviendo de diversión a los niños de Valledupar.
POR: PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO/ ESPECIAL PARA EL PILÓN.