PEDRO NORBERTO CASTRO ARAÚJO
Tomas Alfonso Zuleta Díaz, “El Pulmón de Oro”, hijo del juglar Emiliano Zuleta Baquero, hermano del mejor acordeonero de la historia del vallenato, Emilianito Zuleta Díaz, con quien grabó 34 discos y conformaron la agrupación de “Los Hermanos Zuleta”, siendo su primer álbum “Mis Preferidas” conocido en el ámbito musical como “Poncho Zuleta”, villanuevero de pura cepa, con más de 50 años de trayectoria artística y musical, es la única leyenda viva del vallenato.
Poncho a sus 75 años está catalogado como el último juglar de la música vallenata. Hoy sigue más vivo que nunca, a pesar de sus años y de su largo recorrido musical sigue parado en tarima al lado del renombrado acordeonero y rey de reyes Gonzalo “El Cocha” Molina quien lo acompaña hace más de una década.
En alguna ocasión se regó la bola en toda la comarca de que Poncho había muerto lo que ocasionó revuelo y duelo nacional, hecho que llamó la inspiración del agrónomo y compositor Julio Oñate Martínez, quien a través de su canto sentimental compuso un paseo vallenato llamado “La muerte de Poncho”.
Oñate Martínez narra en su melodía la historia de un gallo blanco de talla excepcional de propiedad del ganadero Vicente Caballero, afamado criador de gallos finos de pelea de renombre nacional, propietario de una cuerda muy famosa que había en Pivijay (Magdalena) y que le había dado tanta fama a su gallería; allí fue escogido un brioso pollo de talla muy singular para hacerle honor a su amigo de parrandas con quien había departido días antes, colocándole al animalito el nombre de “Poncho Zuleta”.
Don Vicente una tarde al regresar a la gallería fue informado por uno de sus empleados de la mala noticia de que Poncho había muerto, don Vicente al enterarse de la fatídica noticia quedó muy consternado. Anécdota que le relato días posteriores a su amigo Julio Oñate Martínez, este con su trayectoria saboreó en su memoria la historia y en juego de palabras dio a conocer al público la canción “La muerte del gran amigo”, interpretada por los Hermanos Zuleta en su álbum “Río crecido”.
Como hubiese dicho “El Jilguero” el día que Poncho Zuleta muera ‘va a habé desastre’, causará tanta consternación, que el vallenato clásico quedará en vilo, necesariamente habrá un revuelco generacional. Quien sea capaz de mantener en alto la memoria de esa leyenda viva llamada vallenato, y la pureza del mismo, será el llamado a triunfar.
En mi opinión, de esas dinastías solo queda Villazón y Zabaleta quienes se acercaron a la cúspide de los clásicos, con la objeción de que en muchas interpretaciones adoptaron ritmos diferentes lo que desdibujó la pureza clásica del vallenato.
Hoy solo queda Zuleta, quien ha sido capaz de mantener viva la leyenda de los clásicos sobresalido con interpretaciones musicales lanzadas al mercado con el más fino bouquet y sin importar quien lo acompañe en el acordeón, recordemos que ha deleitado al mundo cantando exitosamente canciones con Colacho, Emilianito, Beto Villa, Chiche Martínez y Cocha Molina. Cuando Poncho muera la tendencia es que el vallenato clásico, el vallenato autónomo, el vallenato 100 % puro, también muera.
Por ello, mientras Poncho viva hay que gozarlo y disfrutarlo; no se limiten señores a saborear su ritmo musical las veces que sea necesario, una vez muerto hará mucha falta, lo que ha ocurrido hoy con Diomedes y Jorge Oñate.