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El coronavirus de la vecina Venezuela

Se ha generado inquietud sobre la evolución de la pandemia en la vecina Venezuela. Se pregunta si, conocida la debilidad del sistema de infraestructura y dotación de salud pública en la hermana nación, se podrá superar el embate de esa enfermedad invisible, el llamado Covid-19.

Esa duda se ha presentado, pues oficialmente se registraban ayer 189 casos. Y las muertes apenas alcanzaban la decena. Un contraste con Colombia  aproximándose a los 3000 diagnosticados y los 120 fallecidos.

Es más sorprendente aun cuando el presidente Maduro llegó a ofrecer hace 10 días dos máquinas de diagnóstico a Colombia. ¿Acaso no las necesitaba en su país?, cuando todos los países del mundo sin excepción buscan máquinas, equipos, insumos para descubrir, investigar, prevenir y curar el virus.

Todos los entendidos en Colombia y en el exterior de la realidad de Venezuela se sorprenden de lo que suele suceder con declaraciones como las que ha hecho el ministro de la Información Jorge Rodríguez en el sentido de que Venezuela viene haciendo 25.000 pruebas diarias. Es de suponer que se refiere a test rápidos de detección.

Test que apenas esta semana se iniciarán en Colombia que ha completado 40.000 pruebas diagnósticas de laboratorio conocidas como PCR, las que ya se realizan en el Laboratorio de Salud Pública de nuestro departamento. Las miradas se dirigen a China y daría para pensar que goza el cuestionado gobierno bolivariano de una eficaz cooperación. O que los test de ser ciertos no detectan positivos por que la enfermedad llegó tarde y al menudeo.

El infectólogo Julio Castro Méndez, de la Universidad Central de Venezuela,  explicaba a CNN en español desde Caracas la razón de esas moderadas cifras, no sin antes mencionar que la infraestructura de hospitales era tan precaria que al 60 % de ellos solo le llega el agua dos días a la semana y el 80 % no tiene jabones. Sin aludir a las pocas medicinas y los cortes de energía.

Señalaba que a Venezuela su aislamiento le había servido. “Mientras Panamá o Colombia tenían 70 vuelos semanales con Europa aquí solo había 6 o 7. Y es evidente que el virus vino a Suramérica por avión”. A continuación mencionó que la falta de suministro de gasolina había restringido mucho la movilidad al punto de que la gente además del llamado a permanecer en casa se veía forzada a hacerlo.

Dotaciones de todo tipo se han venido cubriendo, de manera parcial e insuficiente, con ayudas externas, como las 45 toneladas de provisiones que ayer entregó a la República la Cruz Roja Internacional. Parte para los hospitales y su personal. Son recientes los altercados de violencia  entre la Guardia Nacional y la comunidad wayuú del municipio Guajira del Estado Zulia en búsqueda de provisiones y protección de la pandemia.

Con todo, es paradójico que la situación del coronavirus en los países vecinos, haya terminado por desestimular la salida afuera de venezolanos que nunca habían presenciado en nuestro país Colombia- y sí en el suyo- un cuadro patético de angustia y miedo de la población recibiendo mercados y ayudas materiales en los barrios.

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