Cuando el Ministerio de Salud y Protección Social expidió la Resolución No 1114 del 2 de julio del 2020, además de retornar las competencias del sector salud al departamento de La Guajira, dio un espaldarazo al plan de acción presentado y suscrito por el gobernador de ese departamento, Nemesio Roys Garzón. Desde entonces, el rol de ese ministerio se limitaría a hacerle seguimiento al cumplimiento de las obligaciones que asumía el gobernador.
Fue el actual ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, quien firmó la referida resolución, que tratándose de La Guajira era en ese momento, y es todavía, un gran logro, toda vez que el departamento desde el 21 de febrero del 2017 había perdido las competencias en el sector salud por decisión del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, y las había asumido el Gobierno nacional a través del Ministerio de Salud.
El logro de Nemesio Roys Garzón al asumir nuevamente las competencias en materia de salud, a escasos siete meses de haber tomado posesión del cargo de gobernador, implicó todo un compromiso y responsabilidad frente al Ministerio de Salud, pero también frente al de Hacienda, particularmente frente a la Dirección General de Apoyo Fiscal.
Y es que si bien Roys Garzón arrancaba su gestión como gobernador con la confianza de haberle sido devuelto el manejo de los recursos de Salud provenientes del Sistema General de Participaciones, le venía en ese momento el esfuerzo de generar acciones en la búsqueda de sostener esa confianza.
Para mi gusto esa confianza muestra sus mejores frutos este mes de junio del 2021, cuando con el concurso de los representantes a la Cámara Alfredo Deluque Zuleta y María Cristina Soto de Gómez, lograron la vacunación diferencial para su departamento, o como lo ha expresado el mismo gobernador: “La Guajira primer departamento de Colombia con vacunación masiva”.
La vacunación diferencial que se anunció finalizando el pasado mes de abril llegó y según los datos suministrados por la Secretaría de Salud Departamental, La Guajira ha tenido una jornada exitosa alcanzando en su primer día una aplicación de 6.281 dosis.
El gobernador ha evidenciado que en La Guajira existen 33 puntos de vacunación y 42 IPS vacunadoras. Y ha solicitado el compromiso de los alcaldes, gestoras sociales, de la Secretaría de Salud, de las EPS, de las IPS vacunadoras, del talento humano asociado al Plan de Vacunación contra el covid-19, la fuerza pública y todos los actores del sector salud de su departamento.
Señores, ese compromiso implica entender que el logro no empezó a construirse ayer, es un esfuerzo de un año y medio de gestión que arrancó en enero del 2020 con la búsqueda de unas competencias que La Guajira no tenía. Lo sensato: muestren que además de vacunación masiva pueden ser modelo de vacunación organizada y objetiva.
Razón tiene Alfredo Deluque Zuleta cuando señala: “Es necesario aclarar que la vacunación diferencial en La Guajira es para habitantes de nuestro departamento. No para quienes vivan en otros y quieran viajar con ese propósito”.
Bueno entender de dónde venían cuando en febrero del 2017 el Gobierno nacional intervino la prestación de servicios de salud en La Guajira, para que los recursos del sector fueran gestionados de manera directa por el Ministerio de Salud. A 31 de diciembre de 2019, todavía este departamento no lograba con madurez administrativa reasumir esta competencia.
Peor aún, la realidad mostró que en la década anterior, La Guajira en cuanto a indicadores de salud pública, tuvo un escenario bastante negativo; por lo menos así se lee de los más representativos como mortalidad materna, mortalidad infantil en menores de un año y mortalidad por desnutrición en menores de cinco años.
Qué bien que en la actual década y con un nuevo gobernante, tal como lo expresó el Ministerio de Salud, “la reorganización del manejo de los recursos financieros del sector salud en el departamento de La Guajira permita dar más pasos en la consolidación de la legalidad”.