Los colombianos experimentamos el peor momento de la historia, en materia de las alzas en los precios de los productos de primera necesidad.
Es tanto el impacto social que los mismos versados economistas se han declarado confesos por no precisar los cálculos en cifras reales en las alzas en los precios, que pone en serios aprietos al Gobierno nacional.
Lo más duro aún no ha llegado, debido a que parte de la población se encuentra gozando de vacaciones, y pasando el guayabo de las fiestas de fin de año; No obstante, los medios de comunicación destacan el tema de la inflación como causante del fenómeno de alzas en todo tipo de bienes y servicios.
De hecho, la expresión técnica de la inflación no es conocida ni reconocida por la gente del común, por su complejidad en la explicación académica; pero lo que no es posible evitar, es que ella se siente en el bolsillo, cuando de sacar el dinero para comprar se trata, donde todo subió y subió y sin control alguno; y para completar el mal momento, muchos comerciantes están aprovechando el desorden y están típicamente, ESPECULANDO, es decir cobrando por encima de la misma inflación.
La inflación no es otra cosa que ocurre “cuando se produce un aumento general de los precios y se reduce el valor de la moneda con el tiempo”. Sobre lo primero, será política del Gobierno nacional explorar todos los medios posibles para bajarla y sobre el cual se requiere una respuesta pronta y contundente; y sobre el segundo se necesita la intervención inmediata de la superintendencia de industria y comercio. y a nivel local urge la acción de los alcaldes municipales, quienes, si bien no controlan precios, si pueden pronunciarse a través de decretos que alivien al consumidor final, con ellos están haciendo su agosto en enero.
No olvidemos que cada tienda, supertienda debe exhibir la lista de precios al consumidor, quien decide dónde comprar de acuerdo con su conveniencia. Señor alcalde de Valledupar, ponga a funcionar la oficina de defensa del consumidor, dele dientes para que opere y reúna los gremios como la Cámara de Comercio, Fenalco, la gerencia de la central de abastos, y envíe un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía en lo que respecta a su competencia como primera autoridad del municipio.
Por Víctor Emilio Martínez Gutiérrez