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El compromiso con Valledupar, “distrito naranja”

El auditorio de la Casa de la Cultura Cecilia Caballero de Castro se llenó la mañana de este viernes, época en la que todo el mundo desocupa la ciudad para irse de vacaciones. Foros EL PILÓN: Valledupar Ciudad Naranja cumplió su propósito de plantear una discusión académica que quedará a partir de este momento plasmada en el imaginario popular: ¿qué es la economía naranja?, y ¿hacia dónde va la capital del Cesar en este sentido? Es el segundo foro sobre este tema que desarrolla EL PILÓN y fue positivo que esta oportunidad fuera hecha realidad con la Alcaldía de Valledupar para conocer la posición del Gobierno al respecto. La respuesta es tajante. El alcalde Augusto Ramírez Uhía persiste en su idea: “Valledupar, primer distrito naranja de Colombia”. Consideramos que ante el hecho de que nuestra cultura, gestores, promotores, creativos, son, quizás hace un siglo, ejecutores de tal economía, es fundamental que el compromiso del Gobierno, nacional y local, sea el de impulsar la iniciativa hacia puerto seguro.

Ahora, ¿cómo se hace? Vale la pena destacar que el objetivo es que los recursos humanos, técnicos y económicos del Estado se encaminen hacia Valledupar para consolidar este “joven” renglón de la economía, pero no debemos olvidar que es en manos del Congreso de la República en donde está la posibilidad de debatir y aprobar un cambio en el régimen legal del territorio para lograr tal propósito.

Ningún congresista estuvo presente en el foro, pero uno de ellos se pronunció. Cristian José Moreno, representante a la Cámara por el Partido de la U, expresó que no es exactamente la aprobación de un nuevo distrito lo que debe garantizarle a Valledupar el ‘éxito naranja’. El congresista cesarense y otros asistentes al foro coinciden en que es primero el fortalecimiento de políticas públicas, con financiación y capacidad de gestión, el factor que garantizará que a este municipio lo visiten en busca de la Sorpresa Caribe en ‘versión naranja’, los 365 días del año, y que el PIB suba considerablemente un dígito por año. La relevancia de la economía naranja en el PIB es cada vez mayor, pues cada vez más se cuantifica y se cualifica la industria creativa. Acabó el foro y se concluyó que definitivamente tenemos con qué. Queda en manos del Estado garantizar a los creativos la asistencia técnica y el apoyo financiero; su parte le corresponde al sector privado y la academia no debe quedarse atrás. Como dijo una asistente al foro: “Yo sé de danzas y puedo formar a muchos pero, ¿quién me garantiza que mi proyecto no se caiga una vez sea formulado?”.

Preocupaciones, esperanzas, dudas, ilusiones quedaron de la jornada. Esperamos que los viceministros de Hacienda y Relaciones Políticas, el asesor del Ministerio de Minas, el presidente de Colpensiones, el alcalde de Valledupar, hayan escuchado y tomado nota de cada palabra de Hernando Varón, fundador de la plataforma digital Peiky; de Cristian Rodríguez, manager de la organización Poncho Zuleta y Cocha Molina; que gracias a sus experiencias narradas en el evento se pudo conocer el ejemplo exitoso de la economía naranja, nuestra, creativa, de impacto internacional, y en algún tiempo impensada.

Las cifras del Dane indican que la industria cultural movió $6,2 billones en 2017. Ya viene la medición del 2018, y con seguridad nuestra capacidad creativa musical, paisajística, entre otras, está impactando considerablemente en esas cifras.

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