José Enrique Pérez reside en la ciudad de Valledupar desde 1971 cuando dejó su natal Ciénaga, Magdalena, para establecerse y formar una familia en la capital mundial del vallenato. Justamente, el ritmo de la caja, la guacharaca y el acordeón le pareció interesante y poco a poco comenzó a escribir versos, los cuales convertiría en canciones.
Sin embargo, por esas cosas del destino, no ha tenido suerte y ha tenido que hacer en paralelo su labor como compositor junto a otros oficios para poder ganarse la vida, entre ellos ha sido pescador, peluquero y hoy día se dedica a la ebanistería para poder vivir.
Según relató, en su compendio musical tiene 198 canciones compuestas, letras de ritmos como vallenatos, rancheras, etc., y señala que aún guarda la esperanza de que un artista de la música pueda grabar alguna de sus canciones, las cuales “son letras que le quedan bien desde el cantante joven hasta el más veterano”.
SU CAMINO COMO COMPOSITOR
Aunque sus canciones no han salido a la luz, el compositor cienaguero se considera un artista que ha buscado por todos los medios ser escuchado, que hasta cuenta con escritos para cantantes reconocidos, por lo que espera su oportunidad para poder mostrar sus obras musicales.
“Tengo un repertorio importante de canciones, entre ellas dos rancheras cristianas y he estado cerca de que me escuchen, infortunadamente no se han dado las cosas. Lo más cerca que pude estar fue en contacto con Martín Elías, a quien conocí en Valledupar, le hablé de mis canciones y quedamos de vernos, pero ya todos conocen lo que pasó”, comentó.
Entre su repertorio musical conserva un tema que compuso exclusivamente para que fuera grabado por Carlos Vives, quien es uno de los artistas que ha llevado el género a lo más alto, razón por la cual lo tiene como un referente musical.
“Tengo una canción que escribí para Carlos Vives, que se llama ‘El cantor del Magdalena’, se la escribí porque para mí Carlos es uno de los cantantes que admiro por haber aportado su granito de arena para dar a conocer el vallenato ante el mundo y espero que yo pueda mostrarle mi trabajo y tal vez le guste”, añadió.
EN BUSCA DE APOYO
Aunque es consciente del paso de los años, para José Enrique Pérez la esperanza es lo último que se pierde, es por ello que constantemente busca la forma de que alguien lo pueda escuchar y así poder llevar sus canciones al umbral de los éxitos o, como él diría, “que por lo menos sean escuchadas y así sea una grabada”.
Actualmente reside en el barrio Amaneceres del Valle de Valledupar donde lo conocen y para la gente es un personaje digno de admiración, pues se ha mostrado como un ser incansable que no ha dejado de luchar, por ahora es paciente y espera con ansias una oportunidad.
POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN