Donaldo Mendoza es cesarense, nació en Codazzi (1953), bachiller del colegio Nacional Agustín Codazzi (1974), Licenciado en Literatura y Lengua Castellana en la Universidad del Cauca (1980), y ese año empieza a ejercer la docencia en el INEM Francisco José de Caldas de Popayán, hasta la edad de retiro. En 1988 recibe el título de Maestría Educación-Filosofía Latinoamericana en la Universidad Santo Tomás de Aquino.
Tuve la fortuna de conocerlo en abril de 2012, en el Foro ‘Vida y obra de Calixto Ochoa’ del Festival de la Leyenda Vallenata, yo era el coordinador, y a través del profesor Jairo Tapias, Donaldo me envió un texto literario sobre ‘La picaresca en las canciones de Calixto Ochoa’. Al leer la calidad del texto, no dude en invitarlo a participar en el Foro. Desde entonces hemos afianzado nuestra amistad.
A pesar de la distancia estamos cerca por la alianza universal de la palabra y el sol que se esconde entre los libros. En sus visitas ocasionales a Codazzi ha dejado lágrimas que se deslizan en el puente Salguero donde un relámpago sueña los tambores de la lluvia en las andanzas del río; de ese querido río Cesar de sonoras leyendas aventura de viajeros y cantores, pero ahora sus aguas se adensan en oxidados escombros que mancillan su historia y su nombre.
El pintor Rodrigo Valencia, uno de sus contertulios, lo describe: “Donaldo, un hombre de cultura, letras y arte, ha labrado, con alma y entrega total, espacios para la reflexión, la lectura, la escritura y el periodismo, desde su cátedra en el INEM Francisco José de Caldas (1980-2018), de Popayán, ayudando a la formación de muchas generaciones de niños, adolescentes y jóvenes. Fruto de este persistente trabajo de cultura es la edición del libro “Reconstrucción” (2013), del cual es editor, que compila diversas épocas desde 1983, año de fundación del periódico del mismo nombre, en las modalidades de cuento, poesía, ensayo y artículos.
Un hombre como Donaldo, de sensibilidad fina, pensamiento y ética comprometida con su labor, guía la visión, anhelos y proyectos de sus educandos; así, todo aprendizaje es por ellos comprendido como parte vital de un desarrollo que implica las áreas del saber y del ser, énfasis que sólo una cultura bien planeada y entendida puede legar a la persona dentro de su verdadera dimensión humana y trascendente.
Ha sido merecedor de reconocimientos: Cruz de Comendador del Gran Cauca en el Grado de Caballero, otorgada por la Asamblea Departamental (2014), “Personaje Cromos del Año 2000”, y “Premio Fundación Santillana 2000” (convocatoria nacional “La lectura, tarea de todos”), y entre sus discípulos figuran los ya reconocidos escritores y poetas Felipe García Quintero, Marco Valencia Calle y Francisco Gómez Campillo. Colabora como columnista en los diarios El Nuevo Liberal (Popayán) y Proclama de Cauca y Valle, y ocasionalmente en El Espectador y El Pilón”.
Por José Atuesta Mindiola