Hace cinco meses, sábado 7 de octubre de 2023, en la celebración del shabat (sábado en hebreo), día de recreo de los judíos, lo aprovecharon decenas de milicianos armados de Hamás (máxima autoridad de la Franja de Gaza) que, sorpresivamente, atacaron a Israel, apoyados por lanzamientos de misiles, matando por lo menos a 250 personas y más de 700 víctimas heridas, además secuestraron soldados y civiles, entre los cuales capturaron a varios turistas extranjeros con doble nacionalidad, ancianos y niños.
El primer ministro del Estado de Israel, Benjamín Netanyahu, al enterarse de tal suceso, anunció: “Lo que ha ocurrido hoy nunca se había visto en Israel, y me aseguraré de que no vuelva a ocurrir jamás. Hamás ha empezado una guerra malvada y cruel. La ganaremos, pero el precio será alto. Las Fuerzas de Defensa de Israel van a usar, de forma inmediata, todo su poder para desmantelar las capacidades de Hamás”.
¿Por qué esta nueva guerra ha generado tanto rechazo en la población mundial? Para mejor entendimiento hago una síntesis histórica: pues según la Biblia, los judíos (hebreos) fueron pobladores errantes (nómadas) en la búsqueda de la tierra prometida por Dios a Abraham y a sus hijos (y demás descendientes), hasta 1947 año en el que la ONU creó el Estado de Israel en territorio de los palestinos, adonde previamente había inmigrado gran cantidad de judíos. Desde entonces los israelíes han disputado 13 guerras con los árabes (incluida la actual), todas las anteriores ganadas por los hebreos, y todo el mundo sabe por qué los judíos salen victoriosos y, seguramente, en la de ahora también triunfarán, en vista de que conservan el respaldo incondicional de Gran Bretaña y Estados Unidos, países caudillos de la OTAN.
La represalia de Netanyahu ha sido inclemente, a la fecha ha inmolado a más de 32 mil palestinos y 100 mil heridos. Ha destruido gran parte de la ciudad de Gaza, situada en el enclave de la Franja de Gaza, pequeño territorio que mide 41 km de largo entre 6 y 12 km de ancho, con una superficie de unos 365 km², de los cuales 45 km² corresponden a la ciudad de Gaza, que tiene una población de casi 700 mil habitantes con una densidad poblacional de casi 15 mil hab./km².
La Franja de Gaza en total tiene más de 2 millones de habitantes y viven prácticamente rodeados por Israel. Los palestinos se quejan ante el mundo que la Franja de Gaza es una cárcel custodiada salvajemente por la fuerza armada de Israel, pareciera que tal lamento no ha sido escuchado por la ONU.
La gente en Gaza se está muriendo de sed y hambre por el bloqueo impuesto por Netanyahu, a quien de hoy en adelante lo llamaré ‘el verdugo implacable’. Este monstruo ordenó disparar a los palestinos hambrientos que intenten recibir la ayuda humanitaria que llegue a Gaza en camiones, por lo cual la ayuda humanitaria la lanzan desde aviones. Esto es el colmo de los colmos que se han visto en esta guerra letal, la cual nadie se atreve a detenerla por el inmenso temor que causa el enorme capital propiedad de los judíos en el mundo, principalmente en la mayoría de los países más desarrollados, especialmente aquellos integrantes de la OTAN, tales como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Canadá, Francia, Italia y otros cuyos nombres no recuerdo. Tal como va la guerra, la Franja de Gaza pasará a ser territorio israelita.
José Romero Churio