Mientras los candidatos presidenciales queman sus últimos cartuchos para cautivar electores, recordamos a las entidades del Estado unos temas a los que deben brindárseles especial atención para que las elecciones de este domingo transcurran sin mayores contratiempos. Las advertencias las ha liderado la Misión de Observación Electoral, plataforma de organizaciones de la sociedad civil que promueve el ejercicio de los derechos civiles y políticos de la ciudadanía, que subrayó que urge contar con planes de contingencia frente a las posibles dificultades que la ola invernal puede generar a la primera vuelta presidencial, en los 197 municipios que se ha alertado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
El mayor riesgo está en la zona de influencia de la represa de Hidroituango. Son en total ocho municipios, cinco en Antioquia y tres en Sucre que en total suman 185.811 ciudadanos inscritos para votar. En el caso del Cesar, el principal riesgo históricamente ha estado asociado a crecientes de los ríos y posibles deslizamientos de tierra en las zonas de ladera.
Otro asunto que la MOE destaca es la importancia de que todas las campañas cuenten con información oportuna sobre la consolidación de resultados parciales y totales a lo largo del proceso de escrutinio. Sin embargo, el registrador nacional Juan Carlos Galindo Vácha informó que “a la fecha más de 156.691 testigos electorales han sido acreditados para hacer veeduría a las elecciones de este domingo 27 de mayo que se suman a otros 3.152 para Comisiones Escrutadoras”.
Aunque parezca inoficioso advertir a las autoridades sobre los riesgos que surgen durante todos los procesos electorales, no está demás el llamado al orden, a la pulcritud y transparencia a quienes participan activamente de la jornada electoral. Por ello, destacamos el trabajo de la Misión de Observación que siempre pone los puntos sobre las íes, fomentando la participación de la sociedad civil en procesos democráticos, formando y capacitando en el ejercicio de los derechos políticos, la normatividad electoral y el control social y político.
Los riesgos son latentes a nivel nacional, se tienen identificados 76 municipios de 17 departamentos en los que la presencia de grupos armados ilegales podría afectar el voto libre. El Cesar no aparece en ese mapa de riesgo, este año la mayor preocupación en el departamento está por cuenta del clima.
Aunque una especie de nubarrón se cierne sobre la Registraduría, porque mucho se ha hablado de un supuesto fraude al no haber una auditoría técnica internacional, el Gobierno aclara el panorama insistiendo en que hay todo un sistema que permite hacerle un control al software de la jornada electoral, lo que significa que sí existen garantías para unas elecciones transparentes.
Así las cosas, esperemos que el crimen favorezca la jornada del domingo para que la mayor cantidad de colombianos puedan acudir a las urnas a ejercer su derecho y deber ciudadano.