Las elecciones regionales para escoger a los Alcaldes y Gobernadores, concejales y diputados, que dirigirán al país en los próximos cuatro años, se llevaron buena parte del tiempo de los honorables padres de la patria durante todo el año, pero particularmente en el segundo semestre.
Adicionalmente, las buenas cifras de la economía y el buen clima político del gobierno del Presidente Santos, quien prácticamente no tiene oposición, no le pueden hacer olvidar al país una serie de temas de carácter nacional que afectan la vida de los ciudadanos y de las regiones.
En primer lugar, está el tema de la atención a los damnificados por el invierno y las obras que el país debe adelantar para evitar que este tipo de tragedias se sigan presentando. Al actual Congreso de la República le ha faltado ejercer un adecuado control político en este tema tan delicado y que afecta a tanta gente pobre y ubicada en distintas zonas del país, pero particularmente en la Costa Atlántica.
De otra parte, está el tema de la salud cuya crisis sigue vivita y coleando y – debemos reiterarlo- sobre la misma es poco o nada lo que el gobierno Santos ha podido avanzar. Se sigue hablando de lo mismo: EPS en problemas, falta de recursos en las clínicas y hospitales y para rematar la Contraloría General de la República ha divulgado un completo informe de auditoría que ratifica la gran corrupción que afecta al sector y que se lleva buena parte de los recursos de un servicio social esencial, tanto del régimen contributivo como del régimen subsidiado.
Igualmente, está pendiente y virgen la agenda interna para preparar al país frente al Tratado de Libre Comercio (TLC), tema sobre el cual el tiempo sigue corriendo y en el país nada que se avanza en materia de inversión en vías, diversificación de exportaciones, competitividad, capacitación, e innovación tecnológica y programas de protección a los sectores más vulnerables, para mencionar sólo algunos de los aspectos.
Lo hemos dicho – y hoy debemos reiterarlo-, el TLC es una gran oportunidad para Colombia, para diversificar sus exportaciones, aumentar el volumen de las mismas y abrir nuevos negocios teniendo en mente el mercado más rico del mundo, a pesar de que el mismo hoy se encuentra en problemas.
Adicionalmente, están otros temas igualmente complejos, como la reforma a la Rama Judicial; la reglamentación del nuevo régimen constitucional de las regalías, tema clave para departamentos como el Cesar y la Guajira; la reforma al código minero y la reglamentación del futuro de la televisión, luego de aprobada la eliminación de la Comisión Nacional de Televisión, entre otros proyectos que hoy reposan el sueño de los justos, como consecuencia de las elecciones regionales. Pero sobre todos estos temas el Congreso debe volver a discutirlos y el país debe debatirlos, para avanzar en la construcción de una mejor sociedad como lo ha planteado el gobierno de la “prosperidad democrática”.
En el caso específico de los congresistas del Cesar, hoy volvemos a hacerles un llamado para conformar un frente común en defensa de los intereses del departamento, que está por encima de sus naturales diferencias políticas.
Temas como las vías del Cesar, la situación del sector agropecuario y distintos proyectos vitales hacia el futuro, ameritan la unificación de una agenda de trabajo y también un plan de apoyo a los nuevos mandatarios locales, Luis Alberto Monsalvo, gobernador del Cesar, y Fredys Socarrás Reales, Alcalde de Valledupar, que bastante van a necesitarlo ahora cuando se tenemos fácil el acceso a los recursos de las regalías y será más importante la articulación entre gobiernos locales, los congresistas y el gobierno nacional.