Este 30 de mayo se realizó en Valledupar el foro ‘Transición energética: ¿Cómo se hace? ¿Cuál es el precio?’, organizado por la diputada Claudia Margarita Zuleta. Uno de los participantes fue Jaime Bonet, investigador y gerente del Centro de Estudios del Banco de la República, quien detalló en una gráfica los recursos que recibió el departamento del Cesar desde el 2015.
Según los cálculos del investigador económico, las instituciones del departamento recibieron alrededor de 6,2 billones de pesos por concepto de regalías en los últimos 9 años. Esa cifra significa alrededor de 1.600 millones de dólares.
La economía del Cesar como principal productor de carbón del país depende de la minería. Casi la mitad del PIB y el 99 % de las exportaciones lo aporta este sector.
Por supuesto, la Gobernación del Cesar es el ente que más recibe recursos, con $4 billones en 9 años. Por su lado, los 25 municipios del departamento recibieron 2,21 billones. Lo preocupante, agregó el ponente durante el foro, es que pese a recibir tantos recursos no se redujo la pobreza monetaria. Al contrario, desde antes de la pandemia se registró un alza constante hasta el 2022, cuando se redujo 2 puntos porcentuales la pobreza monetaria.
La última medición del Dane señala que el 51,9 % de los cesarenses vive en pobreza monetaria. Eso representa 696.240 personas que reciben menos de $12.802 pesos diarios. Es decir, uno de cada dos cesarenses vive con menos de los ingresos necesarios para tener una vida digna.
En el 2014, antes de la bonanza minera y los $6 billones de regalías, el porcentaje de pobreza monetaria estaba sobre el 40%. Lo preocupante es que 10 años después no se logró avanzar en materia de riquezas y el fin de la minería está a la vuelta de la esquina, concluyeron los ponentes.
PROPUESTAS
En ese sentido, durante el panel se presentaron algunas propuestas para mejorar la calidad de vida de los cesarenses. Primero, señalaron que la inversión debe destinarse al capital humano: educación, primera infancia, nutrición, acueducto y alcantarillado.
Para mejorar los ingresos, propusieron inversión en desarrollo productivo: adecuación de suelos, conectividad de zonas rurales con mercados dinámicos nacionales e internacionales, y apoyo a tecnologías amigables con el medio ambiente.
Por último recomendaron buena calidad del gasto público: adecuada priorización, estructuración y ejecución de proyectos y mayor transparencia en la contratación pública.
Por Deivis Caro