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El Cesar gritó

Cuando esta nota salga publicada ya contaremos con casi el 100% de las mesas contadas y los resultados finales serán casi que oficiales con lo cual podremos hacer una lectura de lo que pasó este domingo en las elecciones presidenciales de primera vuelta, especialmente en el departamento del Cesar y que se puede interpretar como una tendencia a nivel nacional.

No es para nadie un secreto la realidad política que se vive en el departamento en donde dos fuerzas aparentemente contradictorias no solo controlan las instituciones sino el gobierno municipal y departamental, especialmente este último donde no ha habido cambios en los últimos 12 años lo que originó un reacomode de fuerzas prácticamente parcelando el poder “tu mantienes tu gobernación y tantas alcaldías  y yo me quedo con la alcaldía de Valledupar, tantas curules en cámara y un senado” lo cual ha generado un desgaste que empezó a notarse en las pasadas elecciones al Congreso donde la última curul de la alianza entró raspando. 

Si bien las elecciones territoriales no son del todo comparables a las presidenciales, en esta oportunidad medían un poco las fuerzas en contienda donde un sector mayoritario le apostaba  a un cambio frente a un establecimiento desgastado pero irónicamente aceptado en público pero rechazado en privado, deseando con ansias que se genere un golpe de opinión y logre desmontar las actuales hegemonías; eso sí, sin que afecte intereses particulares, algo así como “que todo cambie para que lo mío permanezca igual” 

Los resultados del preconteo para el Cesar arrojan que el candidato del gobierno departamental perdió en todos los municipios incluido por supuesto Valledupar, y perdió de manera aplastante frente a las dos fuerzas que hoy se disputan la presidencia en segunda vuelta: El Pacto Histórico que se alzó como el gran ganador en 15 municipios incluida la capital como ya lo mencioné, y la Liga de Gobernantes Anticorrupción que se quedó con los diez restantes con mayoría en los municipios del sur y la Paz en el norte.  

El mensaje fue contundente, fue un voto castigo en contra del poder actual en todos los sentidos, nacional y departamental. La foto del candidato Federico Gutiérrez con todos los representantes de la política de la región cayó como una bofetada a los electores.

Ahora viene un pulso interesante para consolidar esta nueva realidad política no solo departamental sino nacional, puesto que cualquiera de las dos fuerzas que se quede con la presidencia, implica si así lo quieren una nueva oferta para las elecciones territoriales que muy seguramente tendrá otros actores impulsando nuevas propuestas que tal vez se alejen de lo que hemos vivido los últimos 12 años con cifras que nos ubican dentro de los departamentos más pobres del país y el menos competitivo a pesar de los millonarios recursos que se generan vía regalías.

Pero nos enfrentamos a una coyuntura que tal vez haga que en el fondo y en el corto plazo no permita cantar ninguna victoria de cambio pues tal como están las cuentas y el consagrado rechazo al candidato del Pacto Histórico, hará que toda las fuerzas que cerraron filas con el candidato del gobierno se adhieran directa o tácitamente al candidato Rodolfo Hernández con el que se sienten identificados y muy probablemente y si no sucede nada extraordinario será el próximo Presidente de la República pues contará con todos los votos de la derecha incluidos los nada despreciables votos de las fuerzas hegemónicas del Cesar.

Así las cosas, si el liderazgo de la Liga Anticorrupción del departamento permite que las adhesiones se hagan bajo las condiciones del status quo, muy bien podemos irnos despidiendo de la posibilidad de que entidades como la universidad Popular del Cesar, el hospital Rosario Pumarejo de López, Corpocesar, el Sena, el ICBF y las demás instancias de poder regional y por supuesto la priorización de los recursos de regalías, tengan algún cambio en el corto plazo como ya lo mencioné. Si las dos fuerzas saben interpretar el momento muy seguramente tendremos en octubre del 2023 dos actores diferentes disputándose el poder local y departamental.

Dios ilumine a la Liga para que tome la mejor decisión y escuche el grito que pegó el Cesar.

Categories: Columnista
Tags: Cesar
Eloy Gutiérrez Anaya: