Cuando estamos a escaso un mes de la realización de la Conferencia de las Partes, COP16, en Cali, considerada la cumbre más importante de biodiversidad del mundo, sería bueno revisar de qué manera el departamento del Cesar se está preparando para participar en este evento programado para los días del 21 de octubre al primero de noviembre de 2024.
Ha de tenerse en cuenta que el objetivo general de la COP16 es tomar medidas para la protección de la diversidad biológica del planeta, bajo el lema ‘Paz con la naturaleza’, propósitos que recobran suma importancia en nuestro territorio debido a su riqueza de recursos naturales.
Por el momento solo se sabe que Corpocesar estará participando en la COP16 con la exhibición de 3 negocios verdes que se desarrollan en el Cesar, además de contar con un espacio en el Pabellón Verde para mostrar actividades de capacitación que se ejecutaron en los ríos Garupal y Diluvio. Pero, ¿qué pasa con el resto de la institucionalidad del Cesar frente a la COP16?
Luego de conversaciones con estudiosos locales sobre este tema, podríamos concluir que la participación en la COP 16 de 2024 representa una oportunidad para que Valledupar y el Cesar se inserten en el diálogo global sobre el cambio climático, máxime cuando se trata del principal foro donde gobiernos y organizaciones de todo el mundo se reúnen para discutir estrategias para mitigar el calentamiento global y adaptarse a sus impactos.
Consideramos que, debido a que es una región con una envidiable riqueza ambiental, el Cesar debe y tiene que ser protagonista aprovechando ese espacio como trampolín para fortalecer su compromiso con el desarrollo sostenible, mediante alianzas locales, departamentales, nacionales e internacionales. Muy pocos departamentos del país se dan el lujo de contar dos grandes serranías como la de El Perijá y la Sierra Nevada, además de numerosos ríos de gran importancia y variedad de climas, entre otros aspectos.
En el marco de la COP16, el Cesar debe exponer una evaluación detallada de su situación ambiental, identificando las áreas críticas afectadas por el cambio climático. Sectores como la minería, la agricultura y la gestión del agua no pueden pasar por alto, identificando todo lo relacionado con la degradación del suelo, la deforestación y la sequía.
En esta COP16 el mundo debe conocer la biodiversidad de nuestro territorio cesarense para que, con base en ello, se tomen decisiones para la mitigación y adaptación al cambio climático con inversiones en tecnologías de energía limpia, especialmente aprovechando los abundantes recursos solares y eólicos de la región. El sector agrícola debe ser incentivado para adoptar prácticas sostenibles que reduzcan la huella de carbono, como la agroecología y la reforestación.
El Cesar tiene suficientes argumentos para justificar y abogar por una mayor financiación internacional para proyectos que promuevan la supervivencia de las comunidades rurales frente a eventos climáticos extremos.
Justo en esta fecha, cuando se celebra el Día Internacional de la Preservación de la capa de ozono, coincidimos con muchos analistas en el sentido de que esta es una oportunidad para que se cuente con una participación activa de los gobiernos locales, universidades, organizaciones sociales y empresas del Cesar. “Los líderes regionales deben asistir a la cumbre con una propuesta clara y ejecutable, como la creación de corredores verdes, la restauración de ecosistemas y el uso eficiente del agua”, son algunas de las voces expertas que hemos escuchado por estos días.