El departamento del Cesar no es hoy lo que pretendieron Alfonso López Michelsen, José Antonio Murgas Aponte y Paulina Mejía de Castro Monsalvo, para nombrar tres de sus verdaderos líderes.
Una cuarta persona, Rosario Pumarejo Cotes (con raíces en La Paz) influyó muchísimo en esa conquista porque era la madre del dos veces presidente de Colombia, Alfonso López Pumarejo. Su nieto Alfonso López Michelsen también libró la batalla frente al entonces presidente Carlos Lleras Restrepo.
Fueron ellos quienes le arrebataron de las manos a la dirigencia del sur que Ocaña o Aguachica fueran la capital del nuevo departamento del Cesar, como lo narra sin tapujo el magnánimo sandiegano Liberal, “Toño” Murgas.
Sin embargo, rechina en los anales de la nación y entidades del Estado aquella célebre frase del entonces caudillo liberal Alfonso López Pumarejo: “El país era mucho mejor cuando solo robaban los ladrones”, que podríamos aplicar hoy al Cesar solo cambiando la palabra país (“El Cesar era mucho mejor cuando solo robaban los ladrones”). Sin lugar a dudas, hoy hay muchos más ladrones e irregularidades, de todos los pelambres.
Después de más de medio siglo, seguramente, “el pollo López”, su padre, su abuela y “Toño” Murgas, deben estar furiosos con la clase política y dirigentes del Cesar. Hoy está un gobernador del Cesar con dos medidas de aseguramiento y detención domiciliaria y un alcalde vallenato le lloró a un juez para que no lo metieran preso y le dieran domiciliaria.
En fin, el Cesar ha cambiado para mal. Preocupa que la música vallenata desaparezca porque a nadie le duele que los conjuntos vallenatos se esfumen, por falta de estímulos económicos. A los compositores, cantantes, acordeoneros les importa mantener la música porque les importa más el dinero de sus eventos.
Yo no me imagino a Aurelio “Yeyo” Nuñez, ‘Chuto’ Díaz, Iván Ovalle, Ivo Luis Díaz ni a ‘Emilianito’ Zuleta Díaz y mucho menos a Gustavo Gutiérrez o a Emilio Carrascal, componiendo una canción de “rasca rasca”, “tu tu tu” o regué regué.
Otra de las preocupaciones es que la dirigencia política del Cesar está muy cuestionada. Según lo revelado por los medios de comunicación, varios funcionarios (cesarenses) del gobierno nacional de Duque negociaron coimas para aprobar proyectos en el Ocad-Paz por más de $500 mil millones. Señala la denuncia que debían ‘tener un padrino político y pagar entre el 6 % y 15 % de dádivas’. En este caso involucraron al congresista Ape Cuello, quien ya tiene más de 20 años en el Congreso.
La gente está inconforme y también protesta contra la empresa Afinia a la que tildan “de hacer de las suyas con los usuarios, las facturas por el pésimo servicio de energía cuestan hoy 2 y 3 veces más que meses anteriores”, aseguran.
Se afirma que a pesar que la Corte ha dicho que la entidad no debe cobrarle al usuario “energía sin facturar” Afinia aplica los cobros y el alcalde y el gobernador encargado, guardan silencio. Atropellan al usuario.
La situación es temerosa por todas partes. Acaba de ocurrir en la UPC. Un estudiante armado en la Universidad Popular del Cesar, casi causa una tragedia. Le han invertido miles de millones de pesos en seguridad y cámaras de videos (más de 200 cámaras) y hoy solo sirve una.
En el Cesar falta ahínco, como lo había antes. Nadie esgrime en el Cesar un liderazgo, para aprovechar y caminar junto al presidente Petro, por el cambio. Nadie ha dicho nada por la creación de un nuevo departamento que le quitaría cinco o siete municipios al Cesar. Hasta la próxima semana. tíochiro@hotmail.com @tiochiro.