En la madrugada del pasado 15 de junio murió el adolescente Luis Daniel Herrera Carvajal, de 16 años, cuando una gran roca se desprendió por la fuerte lluvia y cayó sobre él mientras dormía con su padre en la finca La Esperanza, ubicada en la vereda Sabanita, zona rural de Azúcar Buena, corregimiento de Valledupar.
Esta pérdida ha generado tristeza y consternación en la comunidad ante el repentino hecho, no obstante, desde hace varias semanas el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha declarado alerta roja por alta probabilidad de deslizamientos en el departamento del Cesar.
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DEFINICIÓN DE DESLIZAMIENTO
De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre, los deslizamientos son desplazamientos de masas de tierra o rocas por una pendiente en forma súbita o lenta y su ocurrencia depende de las diferentes variables, desde la clase de rocas y suelos y la orientación de las grietas en la tierra hasta la cantidad de lluvia en el área, la actividad sísmica y las labores humanas, como falta de canalización de aguas.
De acuerdo con la entidad, estos movimientos de masa no son iguales en todos los casos, y para poder evitarlos o mitigarlos es indispensable que la ciudadanía y los organismos conozcan las causas de este fenómeno.
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CAUSAS
Entre las causas más frecuentes están la caída de rocas, principalmente a través del aire y en forma rápida sin dar tiempo a eludirlas; también suceden por volcamiento, el cual consiste en el giro hacia delante de una o varias rocas, ya sea por acción de la gravedad o presiones ejercidas por el agua.
También está el deslizamiento como tal, que es el movimiento del suelo por acción de una falla del terreno, por otro lado pueden fluir materiales blandos que arrastran capa vegetal o en otro escenario ocurren desplazamiento de lodo, este puede alcanzar gran fuerza por la intensidad de las lluvias, según Gestión del Riesgo.
LÍNEAS DE ATENCIÓN
Las autoridades señalan que, al presentarse este tipo de fenómenos en zonas montañosas, es necesario que la ciudadanía identifique los factores de riesgo y esté atenta a los torrentes de agua, lodo y sonidos fuertes, que por lo general indican el movimiento de tierra.
En caso de necesitar ayuda, tener a la mano el número único de emergencias (123), así como el de la Defensa Civil (144), Bomberos (119) y Cruz Roja (122).