EL PILÓN dialogó con José Guillermo Yamin Castro, comúnmente conocido con ‘Pepe’ Yamin, quien funge como propietario de uno de los 36 lotes del cerro Hurtado en Valledupar, específicamente de uno situado en la parte superior y que contiene 13 hectáreas.
Durante la conversación, Yamin aseveró que el cerro es intocable, sin embargo, el área donde se están llevando a cabo las construcciones solo corresponde al 2.5 % de la totalidad del macizo montañoso.
¿Cuáles son sus propiedades dentro del cerro Hurtado?
El cerro Hurtado está dividido en 36 lotes, 33 de ellos pertenecen a la manzana F de la urbanización Santa Rosalía, que es donde hoy encontramos la controversia entre propietarios y sociedad civil, y hay 3 partes más, yo soy propietario del 50% de una de ellas, la cual contiene 13 hectáreas y 3.000 metros.
En cuanto a los dos lotes restantes, uno de ellos tiene más de 24 hectáreas y pertenece a la empresa Dairy Partners Americas Manufacturing Colombia LTDA, DPA, y el otro, para completar los 36, pertenece a un familiar mío y consta de 7.000 metros.
¿Cómo se convirtió en dueño de este lote?
La historia data de 1944, en ese año mi abuelo compró esos terrenos, que en esa época eran rurales, y esa finca es donde hoy se encuentra la DPA, el cerro Hurtado, la Casa Indígena, el parque de la Leyenda Vallenata, el parque del Helado, y si mal no recuerdo bordeaba el río, cobijando también la Universidad Popular del Cesar, sede Hurtado; es decir, todo ese terreno era una finca y Valledupar estaba lejos de esos suelos.
Con el tiempo la ciudad fue creciendo y se fue acercando a ese lugar, es por eso que nosotros somos propietarios de esta área, porque venimos de una tradición familiar de muchos años. En 1995 mi abuelo loteó parte de esos terrenos, y uno de ellos es donde hoy encontramos la urbanización Santa Rosalía, incluyendo la parte del cerro.
En ese proceso, se dividió en 36 partes el cerro; es decir, en 1995 se hace todo el loteo y en 1996 el Concejo Municipal, en su legítima labor democrática, realiza un acuerdo para decretar ese recurso natural, y el de La Popa, como suelos de protección y patrimonios de la ciudad.
Pero, el 30 de diciembre de 2011 se aprobó un Plan de Ordenamiento Territorial, POT, en el que se dieron las primeras autorizaciones para las construcciones en la manzana F, pero no en los 3 lotes de la parte de arriba; no obstante, estas intervenciones tienen limitaciones, por ejemplo, cada uno de los 33 lotes tiene 360 metros cuadrados y la norma dice que solamente se puede construir en el 30% de cada uno y el 70% se debe dejar para vegetación nativa y 1 metro para las aguas que van bajando en épocas de lluvia.
Como propietario tiene unos derechos pero también unas restricciones…
Nosotros como propietarios de esos lotes, porque eso es un lote así esté allá arriba, tenemos la obligación de cancelar el impuesto predial unificado, es decir, somos contribuyentes así no podamos hacer aprovechamiento del suelo, pero es algo que nosotros asumimos, es un tema familiar que data de muchos años.
Lo que quiere decir que todos los años lo pagamos y lo seguiremos haciendo así no se pueda construir. Anualmente pagamos alrededor de $1.700.000, el precio es relativamente bajo porque es un suelo no urbanizable.
¿Su lote es donde se encuentran ubicadas las antenas de comunicaciones?
Sí, con el POT del 2015 se hicieron unas modificaciones a los 3 lotes de arriba y esto permitió tres cosas: senderos ecológicos, que ojalá se desarrollaran; antenas de telefonía, por el tema de la altura; y prestarse para temas de servicios públicos, porque hace muchos años se construyó un tanque de almacenamiento allí.
Quisiera aprovechar para decir que yo no soy el propietario de la manzana F, hace muchos años lo fui, pero ya no.
Siendo propietario de una parte del cerro, ¿qué posición toma frente a toda la controversia que hay?
Para mí, como valduparense, el cerro es intocable en todos sus aspectos, pero hay una cifra que la gente no conoce. Las personas ven y escuchan que hay 33 lotes que quieren urbanizar pero eso solo corresponde al 2.5% de la totalidad del cerro Hurtado, y el otro 97.5 % son las otras 3 partes en las que no se pueden construir, y esas son las que realmente le están prestando ese servicio ecológico y ambiental a la ciudad.
Muchas personas dirán que las construcciones en la manzana F son el primer paso a la urbanización de todo el cerro, pero yo como propietario jamás vendería ese terreno para edificaciones, porque para mí el cerro es intocable.
Pero hay que tener en cuenta que yo y los propietarios de los demás lotes, y los de la manzana F, tenemos el derecho legítimo a la propiedad, es decir, así todos queramos que los 33 lotes se mantengan con su vegetación nativa y que no se construya, debemos respetar el derecho a la propiedad de los dueños.
El conflicto está entre mantener el tema ambiental, pero es que tampoco se pueden violentar los derechos de estas personas.
¿Cómo frenar este conflicto?
Es una situación bastante compleja porque desde el 2011 está permitido construir pero hasta ahora es que se empieza, hay que aclarar que ellos cuentan con su licencia y legalmente está permitido edificar allí, habría que buscar un consenso entre la ciudadanía, la administración y los propietarios para encontrar una solución sin pelea.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN