Una alborada le dio inicio a la celebración del aniversario número 22 del barrio El Cerrito.
La unión familiar fue el común denominador de esta festividad que reunió a chicos, grandes y ancianos alrededor de una acequia que atraviesa el lugar que también fue azotado por la delincuencia.
Las ollas en las que se hicieron sancochos trifásicos, que harían parte de uno de los concursos del día, le hicieron recordar a muchos el Valledupar de hace muchos años, donde la tranquilidad prosperaba.
Del otro lado del puente, niños sonreían, con pincel y hojas plasmaban sus conceptos de paz, de familia, de armonía. Tres metros más adelante los más grandecitos disfrutaron de una tarima en la que un animador les hacía reír a carcajadas y bailar sin parar.
Rodeando todo el evento se encontraban jóvenes de la Policía Cívica y oficiales, cooperativas, Interaseo; que gustó por la limpieza en el sector. Entidad que contó con la participación de alrededor de 10 personas, entre conductores y operarios, brindando el servicio de recolección de residuos.
Líderes comunales de diferentes sectores también hicieron parte de este encuentro, en donde miembros del proyecto ‘Transformadores sociales de vida’ recordaron lo importante que es la unión entre las comunas.
“Este proyecto tiene como objetivo que los ediles y líderes identifiquen y focalicen a las familias que tienen algún tipo de problemas como prevención de trabajo infantil, consumo de sustancias psicoactivas, prevención en violencia contra la mujer, entre otros y una vez se identifiquen, las trabajadoras sociales y psicólogas entrar a cooperar”, mencionó Darling Guevara, quien fue la gestora del proyecto.
Mientras que algunas de las personas gozaron del medio ambiente, otras le daban gracias a Dios por un año más del barrio. De la misa hizo parte el gabinete municipal, en cabeza del alcalde Fredys Socarrás Reales, quien apoyó esta actividad que duró hasta la tarde de ayer.