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El centro, un burladero ideológico

El centro no siempre está en el centro. En un triángulo, p.ej., se encuentra donde se cortan sus medianas, a un tercio de las bases; en un bumerang, el centro se encuentra por fuera de este.  En el centro, que no es dinámico, las fuerzas que actúan sobre este se anulan y se da el equilibrio.  En estadística, el centro o media es un indicador espurio.

En los procesos fisiológicos, sociológicos e ideológicos definir el centro es más complicado.  Se ha establecido que el centro de gravedad del hombre está en la pelvis y el de la mujer ligeramente más abajo, punto que establece un equilibrio entre el tronco y las extremidades inferiores. En lo ideológico, con frecuencia se habla de “partidos de centro” para significar que tienen el equilibrio para gobernar como evadiendo lo fundamental. Esta es una tesis falsa, un eufemismo y un burladero para mantener el statu quo; es un conjunto vacío, sin sustancia filosófica para visualizar categorías y formas de ver y hacer las cosas; el centro carece de vida así como el cero no es un número y el blanco no es un color.

Con el mismo argumento se puede decir que el concepto de “clase media” es un sofisma esgrimido para congraciar a un amplio sector de la sociedad que desea subir pero  difícilmente lo podrá hacer, con mayor probabilidad de caer. En realidad, económicamente hay dos sectores, el que lo tiene todo y el que nada tiene así crea que relativamente tiene algo.  La “clase media” es esa franja fantasma a donde quieren enclaustrar a los amorfos arribistas sociales.  Esto ocurre, al menos en los países tercermundistas.

El mundo padece muchos problemas cuya naturaleza depende de cómo se miren y se formulen sus soluciones. Algunos de estos son económicos, sociales, políticos, jurídicos, pedagógicos, religiosos, militares, éticos, ambientales o de cualquier índole.  Supongamos que tenemos dos partidos A y B excluyentes que defienden conceptos antípodas, en forma respectiva, como los siguientes: democracia Vs plutocracia; laicismo Vs teología; racionalidad Vs fe; valores Vs el fin justifica los medios; saber, base del crecimiento Vs riqueza; rentas de trabajo Vs rentas mineras; sociedad Vs individuo; defensa o mercantilización de la naturaleza; libertad Vs orden; paz Vs guerra; equidad social o concentración de la riqueza; lectura crítica o conductismo; cultura antropocéntrica Vs cultura elitista; autodeterminación de los pueblos Vs injerencia externa; democratización de la tenencia de la tierra Vs latifundismo y desplazamiento forzado; equidad de género Vs machismo y misoginia; educación pública y gratuita Vs privada y estratificada.

Estos pares de conceptos no admiten soluciones medias así como no hay espacio entre el sí y el no, ser o no ser.  Entre la guerra y la paz se pueden lograr armisticios pero los problemas no desaparecen y continuará la rencilla, p.ej., el tratado de Versalles no evitó la 2ª guerra mundial. Los partidos políticos operan con afinidades que varían en intensidades conceptuales según intereses grupales y dentro de ellos sí se podría buscarse un centro pero no entre uno y otro partido con perfiles opuestos. 

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