¡Hola queridos lectores! Una vez más nos encontramos a través de estas páginas para contarles sobre mi última visita a un sector de Valledupar. En esta ocasión estuve por la Comuna cuatro de la ciudad, más exactamente en el Centro de Desarrollo Vecinal o como es más conocido por su abreviatura, ‘el CDV’, que se encuentra ubicado en la diagonal 18 No. 28-48 del barrio Los Fundadores.
Este es un centro de desarrollo comunitario que se creó en el año 1982 bajo el gobierno de Belisario Betancur para el fomento o orientación de la participación ciudadana.
Posteriormente pasó en la década del 90 a Prosperidad Social, para más tarde ser entregado a la Alcaldía Municipal durante la administración de Elías Ochoa Daza cuando entonces comenzó a funcionar la Oficina de Participación Ciudadana junto con otras entidades que se mantienen en la actualidad.
Recorriendo este lugar pude comprender la importancia que tiene no solo para el sector sino para toda la ciudad, puesto que en este centro hay una amplia oferta institucional tanto en entidades como programas dentro de los que se encuentran el Sena, una escuela de primaria anexa a la Institución Educativa José Eugenio Martínez, un mercado campesino, una oficina del Banco Agrario, Más Familias en Acción, Vive Digital, programa del Adulto Mayor, una inspección de policía, la Asociación de Usuarios Campesinos, ANUC, la Superintendencia de Industria y Comercio, la Superintendencia de Salud, la Casa del Usuario; donde las personas pueden presentar inquietudes y quejas con relación a la prestación de los diferentes servicios públicos. Además cuentan con el apoyo de la Universidad Popular del Cesar cuyos pasantes acompañan procesos de conciliación y asesoría jurídica a la comunidad.
Todo esto me lo explicó Eduardo Castro Sabogal, coordinador de la Oficina de Participación Ciudadana y quien conoce perfectamente el funcionamiento del CDV, el cual considera que está compuesto por un paquete de oferta social donde todo lo que se ofrece es gratuito para toda la comunidad, principalmente la Comuna cuatro que es en donde se encuentra ubicado, pero donde convergen personas de todo el municipio porque incluso llegan procedentes de otros corregimientos.
Y es que también funciona desde dicho lugar la Asocomuna cuatro, que se beneficia de todo el apoyo logístico así como los ediles del municipio, que reciben de la Oficina de Participación Ciudadana las respectivas capacitaciones y orientaciones.
PROGRAMAS
Dentro las diferentes actividades que se desarrollan en este lugar se destacan los programas del Sena y las capacitaciones musicales que dictan en acompañamiento con la Escuela de Formación Artística y Musical ‘Leonardo Gómez Jr.’, de hecho pude encontrarme con algunos cursos en los que cumplían sus respectivas clases.
En uno de ellos estaba Emilio Oviedo, reconocido juglar acordeonero, quien dictaba una clase a cerca de 12 estudiantes entre niños, adolescentes, jóvenes y adultos que se forman en la interpretación del acordeón. Sobre este espacio expresó: “Es muy importante para la cultura vallenata porque está el semillero de acordeoneros. Ya muchos han salido y obtenido puestos en festivales vallenatos”. Sin embargo, recordó que se necesitan más acordeones, dado que en el lugar solo hay cuatro que ya requieren mantenimiento.
De la misma manera estaban en clase un grupo de hombres y mujeres en una clase de confección que dicta el Sena, que así como en este programa dicta igualmente formación técnica, tecnológica y complementaria en diversos programas con los que también se articulan con las Juntas de Acción Comunal de la ciudad utilizando las instituciones educativas dado que en muchos casos hacen falta espacios para que las personas reciban sus clases.
Precisamente en este aspecto es que el CDV presenta una problemática debido a la falta de espacios adecuados para que los alumnos reciban su preparación. Justamente durante mi recorrido me encontré con un grupo que cumplía con su jornada debajo de los árboles para resguardarse del sol y mitigar el calor.
Frente a esta situación, me comentó Castro Sabogal, están construyendo 10 aulas por auto gestión, de las que ya tienen las bases y ha sido con la empresa privada donde han logrado conseguir los materiales. Para esto esperan con el acompañamiento del Sena, antes de que finalice el presente año, dejar organizada la primera planta de la nueva estructura de aulas, con las cuales proyectan atender a 250 estudiantes y facilitar la accesibilidad al lugar tanto para docentes como estudiantes.
También estaban por el CDV como es habitual, los cerca de 200 abuelos que reciben alimentos en este centro el servicio de los comedores comunitarios y que llegan provenientes de diferentes barrios. Los adultos mayores han vuelto a recibir su alimentación después de tres semanas sin este servicio según me explicó Elsa Villar, quien está al frente de la actividad. Para Villar, el CDV representa un lugar de participación ciudadana dada la amplia oferta institucional que brinda y las actividades que se realizan en el mismo.
LA PROBLEMÁTICA
De acuerdo con Castro Sabogal, más allá de la falta de escenarios para impartir las clases con todas las condiciones requeridas, una gran problemática que afecta este lugar es la provocada por el alto consumo de sustancias alucinógenas que se presenta en el sector en el cual está ubicado el CDV. Un factor que cree es un generador de delincuencia y que en algunas ocasiones representa una afectación directa porque algunos consumidores ingresan a las instalaciones del lugar.
Por eso reiteró la importancia de este espacio, en el que a través de la formación, orientación y participación se pueden rescatar jóvenes que estén en esta condición o desempleados.
“Cuando tenemos a un muchacho con la oportunidad de acceder a una carrera tecnológica nos estamos ahorrando prácticamente un delincuente”, agregó el coordinador de la Oficina de Participación Ciudadana.