“Me siento extranjero en todas partes, menos en el Caribe”: Gabriel García Márquez .
Según el gran pensador antioqueño Luis López de Mesa, Colombia es un archipiélago de regiones claramente diferenciadas, pero tuvimos que esperar hasta 1991 cuando se reconociera ese hecho en la Constitución Política, al igual que su carácter multiétnico y pluricultural, es lo que llama coloquialmente el destacado periodista del Caribe Juan Gossaín, “un sancocho de gentes”, en el que se confunden y fusionan muchas razas.
Muchas regiones del país se disputan el título de ser la cuna de la independencia, pero lo que nadie pone en duda es que el Caribe se constituyó en la catapulta de los últimos reductos de las diezmadas tropas del ejército realista forzados a salir en desbandada hacia Cuba, después de morder el polvo de la derrota en las fortalezas de Bocachica (Cartagena de Indias), obligando al último gobernador español brigadier Gabriel de Torres a capitular ante los patriotas, consolidándose de esta manera la gesta independentista. Ello acaeció en 1821, el 11 de octubre, potísima razón esta que tuvieron los gobernadores de la región para adoptar esta fecha emblemática como el Día del Caribe.
La región Caribe tiene una larga trayectoria en su lucha por la integración y la autonomía regional. Hace rato nos convencimos de que lo peor que le puede pasar a las regiones, parodiando a López de Mesa, es que ellas se reduzcan a ser un archipiélago de departamentos sin conexidad ni articulación alguna. Su objetivo fundamental ha sido dejar de ser alfil sin albedrío del asfixiante centralismo. La Constitución de 1991 constituyó un gran avance al consagrar el principio de la autonomía territorial y permitir que las regiones se pudieran constituir como regiones administrativas y de planificación (RAP) y posteriormente como entidades territoriales.
La RAP del Caribe, constituida el 19 de octubre de 2017, se puso en marcha el 1 de febrero de este año, se ha venido posicionando en la región, convocando a los distintos estamentos a avanzar en el firme propósito de contrarrestar la recentralización que se ha venido dando a lo largo de los 32 años de vigencia de la nueva Constitución, de nivelar la cancha cerrando las enormes brechas sociales entre la región Caribe y el centro del país, cumpliendo el papel de articulador e integrador, en el entendido de que juntos, unidos somos más y más fuertes, ganando de paso una mayor capacidad de interlocución frente al gobierno central.
El pasado 30 de junio el consejo regional de la RAP aprobó la versión preliminar del Plan estratégico regional (PER) del Caribe. El futuro se hace presente, el cual nos servirá de carta de navegación para enfrentar de consuno, los siete departamentos que la integran, los retos que nos plantea el nuevo modelo de desarrollo en ciernes, que tiene en la transición energética justa y la estrategia de transformación productiva sus dos ejes fundamentales. Esta, que es su carta de navegación, nos permite decir que El Caribe está listo para encarar sus retos!
Por Amylkar D. Acosta M.