En medio de las peores noticias ambientales con el gigantesco incendio en el Amazonas que amenaza la estabilidad del planeta, les doy a conocer una importante noticia para nuestro entorno ambiental en el río Guatapurí: el hallazgo de una especie cavernícola de gran valor por lo que representa para nuestro medio, el cangrejo del río Guatapurí, su nombre científico es Neostrengeria lassoi, lo descubrí en una inmersión que tenía como propósito una limpieza subacuática con el Centro Comercial Guatapurí, dada la importancia, se extrajo con mucho cuidado para tomar la evidencia video-gráfica que quedó consignada en un micro documental, disponible en mis cuentas de redes sociales, luego se devolvió a su entorno natural para que cohabite con los demás géneros que conforman un microcosmos poco explorado en ese manantial que baja de la laguna Curigüa a 4.400 metros sobre el nivel del mar. El animal se encontraba en un fondo de piedras, aproximadamente a 3 metros de profundidad, en la parte baja, específicamente en el pozo de Hurtado por ser de temperatura más cálida, donde ellos se sienten a gusto y logran esconderse de la depredación. Es una especie única en el mundo, son conocidos como troglobios, de estructura estilizada en las patas y apariencia café de un lado y blanco naranja del otro, que les facilita la adaptación a las paredes cavernosas que hay en la zona del puente. Para alimentarse disponen de un mecanismo trófico, ausente en otros organismos, que les permite aprovechar murciélagos muertos, excremento de aves de carroña y restos de comida que se van al fondo. Sus ojos no les funcionan, son ciegos, pero tienen en las patas unas especies de pelos o bigotes que funcionan como sensores para sentir vibraciones, cambios en la temperatura o reconocimiento bajo condiciones de total oscuridad. En 2015, las cifras publicadas en el Libro Rojo de Cangrejos de Colombia, que evalúa el riesgo de extinción según criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), demuestran que de las 104 especies conocidas en el país, 25 están en la categoría En Peligro (EP) y 1 en Vulnerable (VU).
Es la primera vez que se documenta esta presencia en el río Guatapurí, por ello es tan importante lo que se ha descubierto, existe un antecedente por parte del Instituto Humboldt que confirmó un hallazgo de estas mismas especies de cangrejos cavernícolas con las mismas características, al occidente de Boyacá y oriente de Santander, pero a pesar de nuestra diversidad, en la región Caribe se tiene pocas noticias de estos individuos de agua dulce y se constituye en un inicio para investigar su presencia en otros ríos de la Sierra Nevada, donde se presume que hayan otras especies. Es urgente que las entidades del sector oficial como Corpocesar, la Secretaria de Medio Ambiente de la Gobernación del Cesar, la Alcaldía de Valledupar y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, promuevan planes de acción para la conservación de especies que requieren atención preferencial, que incluyan exploraciones e indagaciones sobre la presencia de este admirable ejemplar, para que no se convierta en presa de los depredadores y además, trabajar en el descubrimiento de nuevas especies, vital para la protección del rio y el equilibrio ambiental, a través de la educación y la investigación, en un mundo que cada día, le da más la espalda al medio ambiente.