A mediados de junio de 2019, se reveló lo que hasta ese momento era un secreto a voces. El mayor formador de reyes del Festival de la Leyenda Vallenata, el maestro Andrés ‘Turco’ Gil estaba quebrado.
Aquella revelación provocó una oleada de apoyo y solidaridad para con el hombre que creó la primera academia de este folclor, con la que lleva 42 años y por la cual han pasado, no solo muchos reyes vallenatos, sino artistas y miles de músicos. Hasta una ‘Turcotón’ se organizó en el afán de ayudar al gran maestro.
Sin embargo, cuatro años después, ese oscuro panorama poco o nada ha cambiado. Incluso, como el mismo protagonista lo relata hoy día, puede que haya empeorado.
‘El Turco’ sigue endeudado y el fantasma del desalojo de aquel lugar, donde enseñó a tocar a célebres acordeoneros, lo sigue persiguiendo.
La residencia ubicada en el callejón de ‘La Purrututú’, en el Centro Histórico de Valledupar, sigue hipotecada y la orden de desalojo -aparte de las deudas adquiridas para mantener la academia- lo sigue acechando.
A los cobros del Banco que lo tienen asfixiado, se sumaron ahora las amenazas de los “paga diarios”. El acoso ha sido tal que el maestro hasta ha pensado en quitarse la vida.
“Tuve esa caída a raíz de la pandemia, yo empecé a pedir prestado, inclusive con ‘paga diario’, por eso he tenido hasta amenazas, porque he quedado mal, porque no he podido cumplir los compromisos cuando hipotecamos la casa, menos mal ahí tengo a Dios, acá estoy dando la cara, no me he escondido, otro quizás se hubiera dado un tiro ya, huyéndole a tanta ‘culebra’”, confesó el maestro en diálogo con EL PILÓN.
De aquella ‘Turcotón’ de 2019 no quedó nada. Solo se recogieron poco más de cuatro millones de pesos en una jornada que inició en horas de la mañana y terminó en la medianoche.
“Ayuda no me ha llegado, sinceramente, hubo mucho ‘tilín tilín y nada de paletas’, mucho ofrecimiento, muchas especulaciones, algunos hasta dijeron que Silvestre me había dado 200 millones: todo eso es falso, ninguno me ha dado esa plata”, aclara el hombre que nació en Villanueva, La Guajira, en 1948.
Aunque la escuela recibió una mano del expresidente Juan Manuel Santos, quien le entregó en comodato la actual sede ubicada en el barrio Los Mayales, lo cierto es que tiene cerca de una década de no recibir ayuda gubernamental o privada.
En la Academia Vallenata El Turco Gil se formaron reyes vallenatos de la talla de Sergio Luis Rodríguez, tres veces ganador del Grammy Latino; Cocha Molina, rey de reyes; y Cristian Camilo Peña, por nombrar solo algunos.
En la larga lista también aparecen el exacordeonero de Silvestre Dangond y hoy con Elder Dayán, Lucas Dangond; así como Javier Mata, Juank Ricardo, Juan Mario de la Espriella, Tavo García y Daniel Maestre, entre muchos otros.
“Turco Gil sigue siendo el hacedor de reyes, porque modestia aparte, las últimas generaciones de reyes vallenatos, me atrevo a afirmar que el 90 % de los últimos reyes de las últimas generaciones, los ha formado el Turco Gil”, aseguró.
De los 1.100 alumnos que llegó atender en los primeros años de la Academia, ahora atiende unos cuatro o cinco a diario. Pero no da su brazo a torcer y el amor por la música no lo deja tirar la toalla.
“Yo soy un tipo muy optimista y mi amor es por la música, no soy negociante. Inclusive la mayoría de los niños que he tenido los he rescatado de la violencia, drogadicción, niños vulnerables, que los llevo pa que aprendan a tocar un acordeón, caja y guacharaca. Los formo como músicos, después se vuelven un sustento para su familia, y van diciéndole al mundo que Colombia no solo es narco y violencia, que tenemos algo lindo de mostrar cómo es esta música vallenata”, recalca el ‘Turco’.
EL FANTASMA DEL DESALOJO
Mientras tanto, entre el ruido de las motocicletas amenazantes de los ‘paga diarios’ y las cartas de desalojo del Banco, el maestro sigue con la tarea que inició hace más de 40 años. Misma tarea que llevó a su agrupación Los Niños del Vallenato a la Casa Blanca ante la admiración del presidente Bill Clinton.
“Ese tema (del desalojo) está vivito y coleando. En cualquier momento me puede llegar la orden de desalojo, sino que gracias a ustedes los medios, cuando me llega la orden de desalojo arman su escándalo y se dilata la cosa, por eso está vivo; pero yo confío en alguien que tenemos arriba que es Dios, en cualquier momento nos puede llegar la solución, la bendición para solucionar ese impase”, concluyó.
POR: JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ VEGA / EL PILÓN