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El Becerrilero

Por Rosendo Romero Ospino 

(Recreación)

En 1930 un pelao de 15 años alto delgado ojos verdes piel morena se acercó a una cuadrilla de vaqueros que cargaban en varias  mulas con ollas, esteras, carne salada, calabazos llenos de leche cuajadas, queso, pescado salado,  agua, mantas que  llamaban “arropijos” mechones de petróleo, rulas, piedras de amolar, los vaqueros estaban en un playón al otro lado del rio Maracas, iban a trasladar ochenta reses hasta Fonseca, no solo desafiarían la distancia sobre la enorme sabana del valle del cacique upar; si no, ríos crecidos ataques de tigres hambrientos, el robo de los salteadores de caminos, las noches tenebrosas de las montañas de Casacará y Codazzi algunas mujeres lloraban al besar a sus maridos.

Sin que se lo pidieran el joven empezó  a prestarles  ayuda a los vaqueros en lo que podía el jefe de la cuadrilla lo miro con gratitud y dijo: Juancho dámele al pelao un alfandoque y un pedazo de queso. El joven le dijo: seño’ Menandro ¿será que yo me puedo ir con ustedes? ¿Para dónde pelao?  A Villanueva, allí vive mi tío Adolfo Romero. Como se llama usted jovencito, Escolástico Romero Rivera. Usted no tiene edad para estas cosas además no llevamos animales de sobra! ¿Usted tiene papá y mamá? Mi mamá se murió apenas me parió y mi papá es acordeonero y se la pasa viajando de pueblo en pueblo y el capataz de la finca no me quiere, mi papá es el dueño de la finca Boquerón ¿Cómo? ¡Rosendo Romero Villareal es tu papá!  ¿Y el tedio permiso para irte? ¿…?

Menandro y Juan hablaron en voz baja: “yo creo que el pelao está mintiendo pero que tal que sea verdad y nos pelamos con don “Roso” ese señor tiene mucho ganado y tierra”. Semanas después los vaqueros recogieron el ganado en un playón de pasto en donde hoy está el cementerio de Villanueva, allí el joven Escolástico oyó hablar de un acordeonista que vivía en el Barrio el Cafetal llamado Emiliano Zuleta Baquero y pidió que lo llevaran allá, era un muchacho blanco de mediana estatura tocaba el acordeón y verseaba como si todo lo tuviera escrito en la mente, antes de buscar a su tío Adolfo,Escolástico amaneció con Emiliano echando versos y cantado rodeados de bellas muchachas y señoras emocionadas con aquellos dos mozalbetes cantores y acordeonistas así nació una amistad de toda la vida con el juramento de que el primero que tuviera un hijo el otro se lo bautizaba y así fue Mile tubo a Emilianito y mi papá se lo bautizó.

Felicitaciones a Safady  por ser el primero. Le damos la misma importancia de un Grammy.

 

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