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El arte da placer, belleza, decora salones y ofrece negocio

“Uno de los cuadros que René Magritte ideó como parte de la serie ‘El imperio de la luz’ se subastó este martes en la casa Christie’s, en Nueva York, por 121 millones de dólares (unos 114 millones de euros), un precio récord de venta a nivel mundial para cualquier obra del artista y cualquier pieza del movimiento surrealista” (El País, 20 noviembre 2024).
En esa misma subasta el cuadro de Fernando Botero ‘Salón de juegos’ , de los inicios del pintor, se vendió en 14.000 millones de pesos.
Según la Revista Semana (2019) en el periodo previo a la pandemia refiriéndose al crecimiento del mercado de arte en Colombia “este crecimiento del mercado local va de la mano con el volumen de transacciones en el resto del mundo, que ha registrado cifras récord desde la posguerra. En 2018 se vendieron 538.000 obras, cifra máxima desde 1945. En solo subastas de arte las ventas alcanzaron el año pasado US$15.480 millones.
También ayudó mucho el posicionamiento de índices de arte similares a S&P, como el caso de Artprice Global y Artprice100. Este último opera en forma similar a un Nasdaq 100, solo que con los 100 artistas más cotizados y menos ‘volátiles’ en subastas y ventas. Nuestro artista estrella, Fernando Botero, aparece por estos días en el puesto 78 de este índice. Solo para tener idea del éxito de este indicador, Artprice 100 presenta un progreso de 380 % desde el año 2000; es decir, un rendimiento anual medio cercano a 9 %.
Así mismo, el mercado chino de compra y venta de arte es uno de los grandes dinamizadores, y ahora ocupa el segundo lugar después de Estados Unidos”.
Conclusión: el arte es un negocio de placer y de dinero. El producto artístico es único y quien lo posee ejerce un monopolio sobre él y en esa medida pone precio. La valorización podría ser exponencial . Varios estudios indican que invertir en arte es tan bueno o mejor que invertir en mercados financieros como bonos o acciones de las mejores economías. Y si se trata de un autor consagrado, en la medida en que su obra es limitada, tiende a una valorización inmensa. Algunos después de fallecidos toman más valor porque su producción única cesa.
Hace 30 años las familias vallenatas invertían mucho en arte, apreciaban las piezas arqueológicas de la sierra y desarrollaron un especial culto a los artistas de la región. La apuesta de ARTVA es volver a poner a los creativos pintores y escultores vallenatos y de la provincia en alta y merecida posición.

Categories: Cultura
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